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La relación con Iván había comenzado como un sueño hecho realidad. Él era atento, cariñoso y siempre parecía saber exactamente qué decir para hacerla sonreír. _____ se sentía en la cima del mundo cada vez que estaban juntos, compartiendo momentos que parecían sacados de una película romántica. Pero conforme pasaba el tiempo, algo empezó a cambiar.
_____ notó que Iván estaba menos presente. Las llamadas se volvieron menos frecuentes, los mensajes más cortos y distantes. Al principio, pensó que era solo una fase, que Iván estaría allí cuando realmente lo necesitara. Pero lo conforme pasaban los días, la distancia emocional entre ellos se hacía cada vez más evidente.
Una tarde, _____ decidió abordar el tema. Encontró a Iván en el sofá, absorto en su teléfono, como si estuviera en otro mundo.
—¿Iván? —llamó _____, con una nota de preocupación en su voz.
Iván levantó la mirada y forzó una sonrisa.
—Hola, cariño. ¿Cómo estuvo tu día? —preguntó, guardando el teléfono rápidamente.
_____ se sentó a su lado, sintiendo un nudo en el estómago.
—Bien, supongo. Pero últimamente te he sentido distante. ¿Pasa algo? —preguntó _____, buscando sus ojos en busca de una respuesta honesta.
Iván suspiró y bajó la mirada.
—Lo siento, _____. He estado ocupado con el trabajo y algunas cosas personales. No quería que te sintieras así —dijo, su voz cargada de culpa.
_____ se mordió el labio inferior, sintiendo cómo se le apretaba el corazón.
—Pero necesito más que solo excusas, Iván. Necesito sentir que estamos juntos en esto, de verdad —dijo _____, luchando por contener las lágrimas que amenazaban con caer.
Iván la miró con tristeza en los ojos.
—Lo sé, _____, y lo siento. No quería que las cosas fueran así entre nosotros. Me siento... perdido últimamente —confesó, su voz temblando ligeramente.
_____ tomó su mano con firmeza.
—Entonces, hablemos. ¿Qué está pasando realmente? —preguntó _____, decidida a llegar al fondo de la situación.
Iván se tomó un momento antes de responder.
—No lo sé. Siento que... siento que nos estamos alejando y no sé cómo detenerlo. Tengo miedo de que... de que no pueda darte lo que mereces —dijo Iván, mirándola con honestidad pura en sus ojos.
_____ sintió una mezcla de tristeza y alivio al escuchar sus palabras. Al menos, ahora sabía lo que Iván estaba sintiendo.
—Entiendo que las cosas son difíciles ahora, Iván. Pero necesitamos intentarlo juntos. No puedo perder lo que tenemos sin luchar por ello —dijo _____, apretando su mano con cariño.
Iván asintió, sus ojos encontrando los de _____ con gratitud.
—Gracias, _____. Voy a hacer todo lo posible por arreglar esto, te lo prometo —dijo, con determinación en su voz.
Esa noche, _____ se acostó en la cama, pensando en las palabras de Iván. Quería creer que podrían superar esta prueba juntos, pero sabía que no sería fácil.
***
En las semanas siguientes, Iván hizo un esfuerzo por estar más presente. Organizaban citas, compartían risas y parecía que las cosas estaban mejorando entre ellos. Pero _____ seguía sintiendo una sombra de duda en su corazón. Había momentos en los que Iván parecía distraído, como si su mente estuviera en otro lugar.
