-Iván-
- Espero que estés a salvo. ¿Por qué todavía no hay noticias? - Me agarré el pelo mientras estaba desesperado, ya que todavía no sabía nada sobre mi esposa o...
- ¿Estás seguro de que es solo uno? - preguntó mi madre, ya que _____ tenía... una gran barriga.
- Sí... Creo que dudé porque nunca fui a ver una ecografía de mi esposa y mi hijo. ¡Ella está dando a luz!
- ¡Ahí está!.- Desató un grito emocionado al que me volví nervioso.
- Doctor!?.- este salio con una sonrisa, nació mi hijo.
- ¡Nació! ¡Ha nacido! - Empecé a saltar de la emoción y lloré sobre el hombro de mi padre.
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- Semanas después -
Estaba mirando por las grandes ventanas hacia la ciudad mientras tenía sueño y con grandes ojeras.
"Por cierto, ¿qué tiene de malo tenerlos?" Le preguntó a mi amigo; Ricardo irónicamente.
- ¿Dos hijas? Me encanta.
- Solo... Estoy muy emocionado... eso es todo. - Lo dudo.
- No hay tiempo para esto... ¿Cómo se llamaban esas cosas? - Le pregunté mientras sacaba mi teléfono móvil.
"¿Estás hablando de las niñeras?" Sonrió burlándose.
- Sí, una niñera, eso.- Sonreí mientras escribía.
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- Te doy las gracias por cuidar de las chicas. Te quiero, cariño.- Nos besamos castamente.
- Haría eso y más por ti. - Sonreí.
- Bueno, tengo que ponerlos a dormir.- Besamos a un esquimal y se retiró a la habitación de las chicas.
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- Narrador -
- Al día siguiente -
Mientras tanto, algunos ingenieros civiles estaban mirando una parcela de terreno en construcción. El jefe se lo explicó a sus empleados, pero de repente escuché sonar su teléfono móvil.
- Permíteme un momento.- Se disculpó y se alejó para poder responder a la llamada.
- ¿Bien?
- Pedro, soy yo, Iván... Necesito un favor.
- Por supuesto, Iván, pero ¿no vas a venir a trabajar hoy? Tomé tu lugar para hoy, pero no sé cómo lo haces. Me reí.
- Aha, por supuesto, y lo siento, pero hoy tampoco iré, mi esposa y yo tenemos que irnos por un asunto importante y te necesitamos.- Dudó en dejar a su compañero de trabajo confundido.
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- Por favor, el día es perfecto, así como la hora, vete a dormir, te lo ruego.- La empleada de Iván que la está convirtiendo en niñera, así como a su otra amiga.
- ¿Cómo haremos que se duerman? Ya comieron, pero poco.- su amigo sollozó, porque tenía un ojo negro que le fue amablemente dado por uno de los gemelos.
- Agh...- de repente entró Iván y se sorprendió al ver el golpe en el ojo del niño.
- ¿Qué te pasó? - Preguntó, pero solo sacudió la cabeza, los dos le dieron las botellas de las chicas.
"Lo siento, señor, pero ya no podemos lidiar con esto", solloró.
- No dejan de golpearnos. Se quitó el delantal y salió de la habitación.
- Renunciamos.- Se fue dejando aIván y a las chicas solos.
- No, no, espera... - este dijo desde la puerta antes que se la cerraran la cara.
- Ayuda...
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- Mis princesas... ¿Quieres comer? Les di de comer.- sonrió.
- Tu madre llegará pronto.
- Abre a lo grande... - le dijo a su hija cuando se acercaba a la botella y sonrió, pero le dio un buen golpe haciéndolo caer al suelo.
- ¡Eso duele!
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Mientras tanto, en el suelo en construcción, estaba _____ levantando una bañera vacía para que el trabajador no saliera herido.
- ¡Ayúdala! - gritó un trabajador al que todos corrieron para ayudarla.
- ¡Por fin!.- gritó ______.
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Volviendo con Ivan y los gemelos. Este se dio la vuelta mostrando el gran moretón púrpura. Él resopló y comenzó a anotar.
- ¿Bueno? - Se escucha en el otro lado.
- _____, Cariño. Las niñeras renunciaron. ¿Qué más puedo hacer? - Se acarició la espalda.
- Escuchas... mal. Voy de camino. Colgó.
- Te lo agradezco.- Susurró y se quedó dormido en el sofá.
