XVI ¡Larga vida a la familia Muresan!

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Me resulta bastante extraño ver todo el movimiento que hay en el castillo y no ser partícipe de él

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Me resulta bastante extraño ver todo el movimiento que hay en el castillo y no ser partícipe de él. El ver cómo todo el personal corre de un lado a otro preparándolo todo para recibir a, no solo uno, sino dos más de los hijos del rey Narcís, y no formar parte del caos organizado.

Velkan ya me había puesto sobre aviso respecto a la visita del heredero al trono; sin embargo, fue toda una sorpresa el enterarme de que, no solo Emilian vendría, sino que también Mircea —su mano derecha— viajaba con él.

Velkan tampoco ha dicho nada respecto a la llegada de dos de sus hermanos; sin embargo, no hay que ser un genio para notar que no está muy contento con ello.

No he tenido oportunidad de hablar con él sobre eso. Y tampoco es como si él tuviese muchas ganas de hacerlo. Durante los últimos días —luego de que la noticia acerca de la llegada de sus hermanos se dio a conocer—, nuestras interacciones han consistido únicamente en él, solicitándome en sus aposentos al anochecer y yo, sucumbiendo ante sus encantos.

He tratado de preguntar sobre cómo se siente con todo lo que está a punto de ocurrir, pero él se ha limitado a cambiarme el tema, decirme que no quiere hablar de eso y conseguir seducirme.

Nuestros encuentros nocturnos tampoco han llegado más allá de lo que él se permite entre nosotros y, muchas de las veces en las que pide encontrarme en sus habitaciones, solo es para pedirme que me acurruque con él en la cama y le cuente algo para distraerse. Que le hable sobre mis responsabilidades como criada dentro del castillo antes de convertirme en lo que soy ahora.

Durante el día, sin embargo, la situación es diferente. Se comporta como si mi rol aquí no hubiese cambiado y yo no existiese para él. Así pues, con todo el tiempo libre que poseo ahora, paso el día vagando por el castillo. Encaminándome hasta los establos para encontrarme con Bogdan y tener lecciones más prolongadas de las que solíamos tener antes.

Incluso, cuando él no tiene tiempo de enseñarme nada nuevo, me deja algo de ejercicio por hacer. Me pide que me ponga algo cómodo y corra. Me ha enseñado a hacer flexiones y a mantener los músculos en forma. A veces, cuando estoy aburrida de no hacer nada, voy a molestarlo mientras él trabaja y hablamos durante horas.

He aprendido más acerca de él esta semana, que en todo el tiempo que tengo conociéndolo.

Bogdan no solo es un veterano militar; sino que, además, solía trabajar como investigador privado y guardia personal de muchas familias nobles en la capital. No me ha mencionado el nombre de ninguna, pero solo puedo imaginar a las personas con las que llegó a involucrarse.

Dijo que, incluso, llegó a ser el guardaespaldas personal de un hombre muy importante y que este, en el afán de enseñarle a mantenerlo a salvo, le habló sobre las debilidades de los vampiros. Sobre todo aquello que puede lastimarlos y todo eso que supone una amenaza para ellos.

Con toda esta nueva información, no me es difícil entender por qué Bogdan sabe tanto respecto a estas criaturas y su modus vivendi. Ha tenido el tiempo suficiente como para aprender todo lo que sabe.

Sangre y niebla ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora