Sailor Moon "Mi enemigo tú"

¿partir?

Han pasado ya dos semanas desde los atentados misteriosos en Tokio, aun no se ha podido explicar de manera precisa lo que sucedió tanto a edificios como a personas en toda la ciudad, varias personas continúan en el hospital-el televisor suena en la sala mientras se incorpora lentamente, lleva dos semanas pensando en ese momento en las palabras exactas que utilizará -No puedo retrasarlo mas, es preciso regresar ahora me necesitan en casa, deben entenderlo mas no seré capaz...¿Cómo pedírselo a Seiya?.

-¿Pedirme que?- estaba tan concentrada en sus pensamientos que no se dio cuenta de que había estado hablando en voz alta, y no se percato de en que momento entro ala habitación -Seiya ¿co...como esta Serena?, ¿ha despertado ya?-aquellos zafiros se concentraron en ella Kayuu sintió como una descarga le recorría Seiya siempre fue quien mas le intimidaba-no aun sigue en recuperación pero estoy seguro de que se recuperará pronto-se dejo caer en el sillón mientras le veía, sabia que algo le preocupaba-no ha respondido a mi pregunta princesa.

Yaten y Taiki entraron en ese momento, entre risas y bromas, habían pasado la tarde entera en el hospital, mas no había por que quejarse, tenían la compañía de las chicas, lo que les tenia de muy buen humor, mas al ver a su princesa de pie, sonrojada, e incapaz de decir palabra alguna solo se sentaron al lado de Seiya en silencio.

Kayuu se estrujaba los dedos impaciente, mientras se mordía los labios, no sabia como pedirle a sus estrellas que volvieran a casa, les había visto tan felices y no quería ser quien les arrancara esa felicidad.

-¿sucede algo malo?-pregunto Yaten, mas Seiya solo se encogió de hombros llevándose las manos a la barbilla mientras que hacia gestos a Kayuu para que respondiera-¿tiene que ver con ese sujeto ese tal Helios?...sabemos que ha estado viniendo constantemente, ¿ha estado molestando?-kayuu negó con la cabeza.

-No eso no-se dio la vuelta mientras que veía por la ventana y daba vueltas en la sala, dirigiendo la mirada a sus estrellas constantemente-la verdad es que no sabia como decirles esto pero es necesario-se aclaro la garganta, y se dirigió hacia ellos-es preciso-titubeo-es preciso volver deben comprender que nuestra misión aquí ha terminado y que ahora...-aquellas palabras habían caído como baldes de agua helada sobre los chicos.

Seiya sentía en ese momento, que estaba cayendo en un gran vació-¿volver? me rehusó a hacerlo, no abandonare a mi bombón nadie podrá obligarme a hacerlo, mas no puedo negarme a la voluntad de mi princesa no lo haré-llevo sus manos a su rostro el cual había palidecido con la sola idea- sabia que este momento llegaría tarde o temprano pero no me marchare-se repetía mientras que Yaten agachaba la mirada el siempre fue el mas consiente de su misión mas ahora anhelaba no tener que cumplirla.

Taiki yacía incorporándose, y besando el dorso de su princesa mientras esta le miraba sorprendida-nosotros le hicimos una promesa y pienso cumplirla al igual que mis hermanos, partiremos cuando usted lo desee-Kayuu asintió silenciosamente, mientras Yaten era incapaz de alzar la voz, de levantar la mirada y negarse a aquella petición.

Seiya se levanto en ese momento, salio de la casa sin decir nada, mientras Yaten y Taiki le llamaban.

-descuide princesa yo mismo haré que entre en razón, esta confundido por aquella chica pero debe comprender que-Kayuu detuvo a Taiki, tomándole del brazo.

-déjalo...necesita tiempo.

Taiki, bajo la mirada mientras que Yaten le veía serio y pálido-partiremos...¿pronto?-pregunto desalentado, aquellas dos semanas habían sido las más maravillosas, había pasado casi todas las tardes en el hospital visitando a Serena, y disfrutado de la compañía de Mina quien siempre le arrancaba una sonrisa, algunas veces por las mañas esta le había preparado de desayunar y en las noches volvían al hospital a hacer guardia, se quedaban despiertos hasta tarde viendo películas de terror y Mina saltaba a sus brazos aterrada, aunque el sabia que fingía, le refugiaba entre sus brazos y le cubría de besos era difícil no acostumbrarse a aquella dulce sensación que le invadía al tenerla cerca...era difícil pues ahora para conciliar el sueño le bastaba pensar que al otro día podría verla, partir ahora le destrozaba por dentro-¿Cuándo?-dijo mientras sus ojos se cristalizaban no estaba seguro de querer recibir esa respuesta.