Recordar

27 1 4
                                    

Entre la neblina y la oscuridad de la noche, se formaba una escena digna de una típica peli de terror. Se sintió raro, como si tuviera un deja vu.

Aún en mi lugar, intenté recordar por qué me encontraba en el bosque.

¿Buscaba al gato?

¿Volvía de alguna fiesta?

Presentía que si bien esas situaciones me sonaban de algo, no me encontraba en ninguna de esas. No sabía a dónde me dirigía, pero parecía segura en mi caminar.

Estaba decidida a algo… ¿pero a qué?.

Llegué al arroyo, y aunque lo crucé a paso decidido por las piedras, una pequeña punzada me molestaba en mi pecho, como si de una alerta se tratara.

El ambiente estaba raro. Hacía frío pero ahí estaba muy pesado, no podía casi conmigo misma y mi abrigo, así que decidí quitarme ese camperón de invierno para más comodidad.

  Me había preocupado tanto por mi comodidad que no me dí cuenta de algo puntual.

No estaba sola.

Una extraña sensación se apoderó de mí al ver una figura a lo lejos.

Intenté convencerme de que era una persona… pero esa sombra era más alta de lo que lo podría ser la persona con el récord Guiness a la persona más alta del planeta.

De repente, recordé.

“Solo quería avisarte de que hay gente rara en el bosque… no sabría explicarlo, pero definitivamente evita entrar de noche”

Fue como si mi corazón decidiera pararse, y en mi estómago solo hubiera un hueco. Enseguida comencé a sentir el sudor en mi cuerpo.

El humanoide seguía ahí.

“¡Yo puedo estar ahí, tú no!... ¡Por lo menos no sola!”

Tragué duro.

Luego de caer en cuenta de que definitivamente no tenía que estar ahí, mis pies comenzaron a correr antes de que mi cerebro pudiera darles la orden.

Intenté con todas mis fuerzas recordar por qué se me ocurrió meterme ahí, quién me había advertido sobre el bosque, sus palabras taladraban mi cabeza… de hecho las oía por todo el lugar.

“¡No sola!
¡No sola!
¡No sola!”

Sentía como esa voz me apuraba, me exigía que saliera de ahí, pero me era imposible.

Corría con todas mis fuerzas y no avanzaba, como si estuviera en cámara lenta y me agarraba de los árboles para intentar—en vano— impulsarme aunque sea un poco.
 
No me atrevía a voltear, pero sabía que esa cosa estaba ahí.

En algún momento, la voz empezó a disminuir y cuando pensé que ya estaría a salvo…

Alguien cayó de un árbol.

Paré en seco, y eso no fue en cámara lenta.

De pie, frente a mí, había un encapuchado. No podía ver su cara por la falta de luz, pero no lo sentí como alguien desconocido, de hecho no me pareció extraño ver un hacha colgando de su mano izquierda.

Fueron dos largos segundos en los que me esforcé por identificarlo, hasta que en mi cabeza comenzó a sonar una estática.

Mi cabeza comenzó a doler cuando me dí cuenta que reconocí ese sonido y caí mientras soltaba quejidos.

Pero no llegué a tocar el suelo, porque unos brazos me sostenían. Automáticamente miré al sujeto y todo pareció cobrar sentido

Entre la poca luz y mi cabeza que estaba por explotar, por fin caí en cuenta de quién era el que estaba frente mío.

—¿Blue?¿Blue, estás bien?—Por primera vez desde que estaba ahí, lo escuché hablar realmente.

No respondí, sólo cerré los ojos. El dolor me estaba matando.

Aunque su voz me calmaba un poco.

—Blue, ¿Qué viste?—En verdad sonaba preocupado, y lo demostró tomándome de la mejilla con su mano descubierta para que lo mire —Blue, estoy aquí.

Y aunque quise prestar atención a sus ojos y al gesto que estaba teniendo conmigo, lo único que se llevó mi atención fue el líquido viscoso wue sentí en mi cara

Junté nuestras manos en mi mejilla, para luego confirmarlo.

Rojo.

A mí costado pude ver el hacha.

Rojo.

Unos tics se hicieron presentes al mismo tiempo que un viento se levantaba y en mi cabeza aumentaba el ruido. Todo pasaba tan rápido que ni siquiera podía dimensionar lo que se me venía.

  —Blue, pu-puedo explicarte.

Pero yo ya no podía escuchar ninguna explicación aunque quisiera, la estática me había consumido.

Negro.

—¡Blue!

Estática.

—¡Blue…!

Estática.

—¡Blue!

Estática.

Estática.


Y abrí los ojos.

No estaba en el bosque, sino en mi cama, toda sudada. Miré la hora, 4:26 AM.

Mi respiración estaba agitada y mi corazón iba a mil. A un lado de la cama, estaba Sirius, todo esponjado, igual que aquella vez.

Por la ventana de mi cuarto, miré el bosque.

¿Qué es lo que está pasando?

°•°•°•°

holis!!
cortisimo esto, y ni siquiera me terminó de gustar como quedó, pero tenía ganas de ya subirlo, hace tiempo que lo tenía empezado.
Tal vez esté editando los caps anteriores:p
muchas gracias por seguir leyendo esto<3 me hace mucha ilusión.

estaré escribiendo

—bar

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 28 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

the new abnormal//ticci toby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora