Sopa y Taylor Swift

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Yo me conozco, y me pongo estúpida e impaciente cuando me emociona algo. La semana había sido una tortura a contra tiempo. Los segundos, minutos y horas parecían competir por quién iba más lento.

 No había acordado un día y horario con Toby y eso, por nuy estúpido que suene, me ponía los nervios de punta. 

 Durante toda la semana me había cerciorado de tener los ingredientes suficientes, por si al susodicho se le ocurría aparecer.

 No lo hizo.

 En toda la semana.

 No esperaba encontrarmelo al llegar de la escuela, pero me sorprendía cada vez más la esperanza de poder verlo en la tarde y comer los waffles pactados.

 Por momentos creía que tal vez se había olvidado o que era una de sus bromas, cosa que me bajaba el ánimo ya que bueno, significaba que yo tenía más interés.

 Pero si él no tuviera interés no habría propuesto el plan ¿cierto?

 A falta de psicóloga, me autoconsejaba. 

 Pero lo gracioso es que no sabía qué clase de interés buscaba, solo esperaba por él.

 ¿Qué espero, de todas formas
 
 Al no tener cómo comunicarnos, esperaba junto con la incertidumbre, que dejaba pasar a mis pensamientos autodestructivos.

 Claro que Toby no estaba en mi cabeza todo el día, pero nunca llegaba a estar en un segundo plano y siempre terminaba pensando en sus palabras hasta cuando estaba en Matemáticas.

  Por momentos, mis labios dolían y palpitaban por la fuerza y la persistencia con la que los mordía. Así que el jueves de esa semana decidí hablar con mi hermana sobre el tema que venía haciendo nudos dentro de mí.

 Bueno, siendo sincera, no es que yo haya decidido hablar, solo se dió.

 Yo estaba en mi cuarto con Sirius dormitando en mi pecho. Escuchaba su ronroneo tranquilizante mientras lo acariciaba escuchando música en volumen bajo.

 Ese día, Sirius había salido temprano después de varios días sin salir. Ya no estaba tan preocupada ya que sabía que iría con Toby… pero mi gato volvió un rato después de haber salido. 

 No había estado todo el día fuera, como lo indicaba su nueva rutina de gato. Había vuelto tan solo dos horas después de salir. Me hizo ruido esa situación, pero decidí restarle importancia y aprovechar el día con Sirius.

 Toda la tranquilidad se vio interrumpida cuando la puerta se abrió de golpe, mostrando a Sierra en pijama con su celular en la mano, del cual salía una canción de Taylor Swift a todo volumen. 

 Ella se tiró en mi cama a mi lado sin preguntar, como siempre, asustando a Sirius. Respiré lentamente y la miré, ella me sonrió plenamente.

 —Estoy aburrida.

 —¿Y yo qué tengo que ver?—pregunté y ella rodó los ojos. 

 —En mucho tienes que ver, querida—se sentó en la cama girándose hacia mí y se acomodó como indio. Juntó sus manos y siguió hablando—. Estoy aquí, encontrándome contigo, para hacerte una serie de preguntas.

 Entrecerré los ojos, dudando. Me senté imitando su posición sin quitar mi cara de sospecha.

 —¿Qué tramas?

 —No, yo nada—se defendió—. La pregunta es ¿Qué tramas tú?

 Me la quedé viendo, sin entender lo que quería decir. Quise buscar una respuesta, pero me fue imposible. Mi confusión no dejaba maquinar alguna respuesta.

the new abnormal//ticci toby Donde viven las historias. Descúbrelo ahora