A medida que pasaban los días, la relación entre Alastor y Angel, aunque aún tensa, empezó a mostrar signos de mejora. Los esfuerzos conjuntos de Emily y Charlie no habían sido en vano. Angel, decidido a demostrar su arrepentimiento, comenzó a tomar iniciativas para ayudar en el hotel, trabajando arduamente y mostrando una actitud más humilde y cooperativa.
Una noche, mientras Alastor se encontraba en el vestíbulo, Angel se acercó con una bandeja de café. Con una expresión seria pero sincera, Angel le ofreció una taza.
-Alastor, sé que he cometido un error enorme -dijo Angel, mirando a Alastor a los ojos-. Y entiendo por qué estás enojado. Solo quiero que sepas que estoy realmente arrepentido y que estoy dispuesto a hacer lo que sea necesario para enmendarlo.
Alastor tomó la taza y la sostuvo por un momento, contemplando las palabras de Angel. Finalmente, asintió lentamente.
(Aca Alastor sera un poco mas comprensivo por un poco de la influencia de Emily)
-Aprecio que lo digas, Angel. -respondió Alastor, con una voz menos dura que de costumbre-. Será un camino largo, pero tal vez podamos empezar desde aquí.
Los días siguientes trajeron una mejora gradual en la relación entre Alastor y Angel. Aunque todavía existían momentos de fricción, ambos comenzaron a encontrar maneras de trabajar juntos sin recurrir a comentarios mordaces. La comunicación abierta y honesta facilitó el proceso de reconciliación.
Una tarde, Charlie convocó otra reunión para evaluar el progreso. Emily, Alastor y Angel se reunieron en la oficina de Charlie, donde discutieron los avances y las áreas que aún necesitaban trabajo.
-Estoy orgulloso de ver que están haciendo esfuerzos genuinos para resolver sus diferencias -dijo Charlie, mirando a cada uno de ellos-. Este hotel es como una familia, y aunque tenemos nuestras diferencias, es importante que encontremos maneras de convivir y trabajar juntos.
Emily asintió, sonriendo con satisfacción. -Estoy de acuerdo. Hemos recorrido un largo camino, y creo que si seguimos trabajando juntos, podemos superar cualquier obstáculo.
Alastor y Angel intercambiaron una mirada de entendimiento. Aunque la herida no se había curado por completo, ambos sabían que estaban en el camino correcto.
Con el tiempo, la tensión en el hotel disminuyó y la atmósfera comenzó a recuperar su normalidad. Los huéspedes notaron la mejora en el ambiente y volvieron a disfrutar de su estancia sin la incomodidad previa. Alastor y Angel, aunque no se convirtieron en amigos íntimos, lograron establecer una relación profesional basada en el respeto mutuo.
La experiencia, aunque dolorosa, enseñó a todos en el hotel la importancia de la comunicación, el respeto y la empatía. Alastor y Emily fortalecieron su relación, encontrando en la adversidad una oportunidad para crecer y apoyarse mutuamente. Angel, por su parte, aprendió una valiosa lección sobre las consecuencias de sus acciones y el valor del arrepentimiento genuino.
Finalmente, el hotel volvió a ser el refugio de paz y tranquilidad que siempre había sido, gracias al esfuerzo y la determinación de todos los que trabajaban allí. La historia del escándalo se convirtió en una anécdota del pasado, recordada como un momento de aprendizaje y crecimiento para todos los involucrados.
Con el hotel en un estado más estable y la relación profesional con Angel en mejores términos, Alastor y Emily finalmente encontraron un respiro en medio del caos. La noche cayó, y después de un largo día de trabajo, decidieron relajarse juntos en la terraza, disfrutando de la tranquilidad que tanto habían añorado.
-Se siente bien tener un momento de paz, ¿verdad? -dijo Emily, mirando las estrellas que comenzaban a brillar en el cielo nocturno.
-Sí, lo necesitábamos -respondió Alastor, dejando escapar un suspiro de alivio.
Después de un rato, decidieron retirarse a sus habitaciones. Alastor acompañó a Emily a su cuarto para dejar algunas cosas y asegurarse de que todo estuviera en orden. Cuando estaba a punto de irse, Emily lo miró con una mezcla de timidez y decisión.
-¿Te gustaría quedarte a dormir conmigo esta noche? -preguntó, su voz suave pero segura.
Alastor, sorprendido pero sin poder resistirse a la cortesía de Emily, asintió. -Claro, me encantaría.
Ambos se prepararon para dormir. Emily, consciente de lo que había pasado anteriormente, decidió ir a la otra mitad de la cama, dejando un espacio suficiente entre ellos. Sin embargo, Alastor, agotado por el día, se quedó dormido rápidamente. Inconscientemente, durante la noche, deslizó sus brazos alrededor de Emily, abrazándola con suavidad.
Emily, al sentir los brazos de Alastor a su alrededor, se despertó momentáneamente. Miró la expresión tranquila de Alastor mientras dormía y sonrió. No veía nada malo en el gesto; no se sentía obligada, sino más bien protegida. Decidió dejarse llevar por el momento y se acomodó en sus brazos, sintiendo una calidez reconfortante.La noche pasó tranquila, y ambos durmieron profundamente
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Un amor imposible (Alastor x Emily)
RomanceQuien pensaria que el demonio mas cruel puede amar a alguien