Capítulo 11 Conde y Márquez

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Sheri se encontraba rumbo a su mansión para reunirse con su padre, su casa se encontraba en el corazón de la ciudad y por su tamaño era claro que pertenecía a alguien de una posición social bastante alta no obstante dicha residencia empalidecía comparada a la mansión junto a ella, la residencia del Márquez Meridian.

La razón de la diferencia del tamaño de casas era para mostrar la diferencia de poder entre sus dueños además de que la casa del Conde solo era una residencia provisional ya que su verdadero hogar se encontraba en la ciudad que el gobernaba, Zizieron.

Un par de guardias cuidaban la entrada quienes al notar el arribo del carruaje adoptaron posición de firmes y abrieron las 2 enormes puertas para ingresar en la residencia, una doncella se acercó para tomar las cosas que ella estaba cargando pero Sheri se negó y sin darle la oportunidad de reaccionar comenzó su cuestionamiento.

-¿Dónde está mi padre? (Sheri)

-El Conde se encuentra en su despacho hablando con un enviado del Márques (Doncella)

-De parte de mi abuelo o de mi tío. (Sheri)

El márques había dado a luz a dos hijos, se había determinado que el mayor seria el nuevo gobernante de la ciudad cuando él se retirara y su hijo menor sería enviado a la ciudad vecina a casarse con la hija del Conde para formar un lazo político entre las ciudades.

Este acto había producido grandes beneficios tanto económicos como políticos y la prosperidad de las 2 ciudades continúo durante un tiempo, pero dado que Meridian era una ciudad más grande poseía una influencia mayor que su vecina lo que provocó cierta rivalidad entre los hermanos, debido a que el menor ya había tomado la posición de gobernante, en lugar de mejorar su propio territorio trato de boicotear a su hermano con pequeños actos que comenzaron a acumularse.

Su abuelo era un hábil político que no dejaba que sus emociones lo controlaran por lo que era un agradable socio comercial, por otro lado su tío llegaba a inventar razones sin fundamento, por ello Sheri siempre pedía confirmar a qué tipo de situación era la que se acercaría.

-De su tío (Doncella)

Sheri puso una expresión amarga y se acercó a su despacho solo para escuchar algo que se podía imaginar

-¿De que se trata esto? (XXXX)

-Cómo puede leerlo, la última tormenta ocasiono que las cosechas de algodón locales se perdieran y para evitar una inflación en el precio del algodón solo podrá vender su algodón a un precio menor de mercado. (XXXX)

Su cargamento de algodón representaba solo una pequeña parte por lo que no sería un daño considerable incluso si lo vendía al precio de mercado pero le estaban pidiendo hacerlo a un precio por debajo, eso indudablemente traería perdidas ya fuera que lo vendieran o no.

-Lo siento me retiro, aunque recuerde que venderlo a un precio mayor será un delito (XXXX)

El joven salió de la habitación con una risa despótica, junto a la puerta pudo ver a Sheri y sin cambiar su risa realizo una reverencia junto a la joven antes de retirarse.

Ella entró cerrando la puerta y asegurándose de que el hombre se hubiera retirado, miro a su padre tratando de controlar su ira y justo después de ello noto a su hija frente a su escritorio.

-¿Que paso? (Sheri)

Su padre era bastante consiente de la inteligencia de su hija y sin ocultarle nada le mostro la orden para la venta de algodón a precio inferior, la orden tenía una fecha limite muy estricta y enfatizaba al Conde, era claro que esta orden solo lo afectaba a él, podría interponer una queja con su padre pero eran necesarios protocolos dado que se trataba de un proceso formal y el gasto sería mayor a su perdida en la venta del algodón

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