Capítulo 16 La batalla de la pradera

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-¿Qué diablos está pasando? (Fred)

Estábamos en medio del bosque esperando a la caravana del Conde Zizeron para emboscarlos, sentíamos la emoción de la futura masacre y solo pudimos contener la emoción, y entonces por fin pudimos ver a nuestra presa.

El plan era simple, nos ocultaríamos detrás de los árboles y bloquearíamos el camino tanto por el frente como por la espalda y atacaríamos con números a la escolta del Conde, después de todo eran la única amenaza real.

Había escuchado que un soldado de clase Legionario podía enfrentar hasta a 3 soldados de modo que si los enfrentábamos de manera individual sin duda recibiríamos graves pérdidas, por otro lado si al enfrentarse a un enemigo eran rodeados por 10 hombres sin duda caerían fácilmente y si bien el resto podrían oponer resistencia no serían realmente una amenaza real

A pocos kilómetros antes de llegar comenzaron a rodear el bosque en una clara intención de evitar el camino, pude ver como se bajaban los pasajeros de las carretas para ayudar a los caballos a empujar de modo que su intención de no entrar era clara, es probable que se hubieran percatado de nuestra presencia.

Me hubiera encantado realizar la emboscada, con ella el número de bajas y heridos pudo ser cercano a 0, aunque si algunos morían simplemente sería una parte menos para repartir, el problema serían los soldados sin embargo aun teníamos los numero de nuestro lado simplemente los abrumaríamos y con eso en mente ordene que todos cargaran.

Punto de vista de Oscar

Uno de los guerreros de Yorel nos informó de una posible emboscada y nos pidió que nos dirigiéramos al oeste, si hubiera sido cualquier otra persona lo descartaría como un rumor, pero podía sentir que sus sentidos eran más finos que los míos y lo acepte como un hecho.

Dicho lo anterior puse a todos en alerta rodeando el carruaje del Conde y manteniendo a todos los demás en grupos, la formación de la caravana se comprimió y todos ayudaron a empujar las carretas estábamos a medio camino cuando un ligero ruido hizo temblar la tierra.

Tenía la esperanza de que nos ignoraran, pero si actuaron para interceptarnos su objetivo éramos claramente nosotros, apretamos nuestras armas y comenzamos a retroceder a la parte posterior de la caravana, casi de inmediato una inmensa masa de bandidos pudo ser vista, eran demasiados para ser contados de inmediato hasta el punto de que pensé en dar media vuelta con mis hombres, tomar al Conde y huir,

No había forma de ganar contra ese número, se suponía que los caminos eran relativamente seguros podían haber bandidos pero nunca atacarían a un grupo tan numeroso y menos con una escolta tan grande por lo que este no parecía un ataque al azar.

En una batalla los segundos eran vitales, eso lo tenía claro por eso es que estaba pensando tan rápido como pude, incluso con mi rápida toma de decisiones algo se produjo antes.

De entre los siervos de Yorel un grupo de cerca de 20 hombres avanzo en dirección de los bandidos, se agruparon en 2 formaciones de 2 filas con 5 hombres cada una, tomaron lo que parecían escudos y los alinearon en un inmenso muro, los 2 bloques encararon al ejercito de bandidos y gritaron tan intenso que eclipsó el grito anterior.

Eran nuestros aliados pero pude sentir el miedo, mis años como soldado me habían enseñado a entrenar y escuchar a mis instintos y claramente me decían que estaban felices de ver sus espaldas y no sus rostros.

Los bandidos no se inmutaron y por el contrario cargaron con más furia al notar un enemigo que pisotear, esto solo indico su poco nivel si no fueron capaces de detectar el nivel de amenaza frente a ellos.

Gane la habilidad de invocar secuasesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora