Capítulo 12

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Gema Lancaster

Me acurruco más al sentir una comodidad reconfortante, no se donde estoy lo último que recuerdo es estar con Christopher y Milenka, ella estaba triste y luego me dormí.

Unos brazos me rodean y en vez de asustarme como suelo hacerlo con Bratt estos se sienten mejor y estoy segura que no me haran nada.

Los rayos del sol se cuelan por la ventana, cosa rara en Rusia estos últimos días hacía frío, termino abriendo los ojos y me separo asustada al ver donde estoy.

No

Mierdo no...

No es cierto...

Veo como Milenka duerme encima de su padre y luego mi vista se dirige hacía su pecho, tiene algunos tatuajes pero mierda estaba dormida sobre el pecho de Christopher, el esta casado yo igual mierda, Dios en que estaba pensando cuando acepte quedarme.

Esto esta mal pense que quedarme aquí era bueno para mi seguridad pero cuando todo termino Christopher me matará o si me tiene un poco de lástima me enviara lejos con mis hijos pero Ivy se quedara con el.

El miedo me abarca y me levanto con cuidado de no despertarlos a ambos, despúes de mucho esfuerzo logro salir de la habitación y camino a la mía donde cuatro niños duermen aún pero yo ya no puedo ni cerrar los ojos siquiera.

Voy a mi armario y tomo ropa, es temprano aún pero mientras más rápido despeje mi mente, podré saber que hacer, entro al baño y cierro con seguro mientras enciendo la llave de la ducha y la pongo en frío.

Si algo he aprendido con tantos golpes es que si me baño con agua fría desapareceran más rápido es horrible pero te acostumbras.

Despúes de un rato bajo la ducha me cambio, al menos le agradezco a Rusia su clima que me pide cubrirme para no congelarme, en londres debía dar alguna excusa cuando había sol afuera y yo iba como una musulmana.

Al salir veo a los niños intentando despertar y ya deben hacerlo, tienen que desayunar y yo debo rendir informes de lo que escucho con Bratt.

— Buenos días mis amores, el sol ya salío deben levantarse ya.

Como si fuera magia los cuatro niños se levantan al escuchar mis voz, bajan corriendo como pueden de la cama y vienen a abrazarme.

— Volviste mami volviste — Cargo a Ivy al ver como sus ojitos se llenan de lágrímas.

— Claro que volví debía ver a mis tres hijos y también a mis dos guerreros, ¿verdad Owen o no me extrañaste?

— Si te extrañe pero me bañas.

Río al ver que es igual que su padre, como dos gotas de agua.

— Los bañare a todos pero antes deben desayunar — Los tomo de la mano — Vamos si yo les cocinare personalmente.

Veo como sonríen mientras Ivy esconde su cabeza en el cueco de mi cuello y yo bajo con todos los niños, desde que llegue no he dejado de imaginarme que esta puso ser mi vida si tan solo no hubiera cometido tantos errores, si no me hubiera dejado llevar por el dolor pero el hubiera ni existe y la vida que me toco la vivo con miedo de dejar a mis hijos pero sabiendo que ellos me recordaran.

Los dejo a todos en el comedor mientras yo comeinzo a cocinar y mi mente trae recuerdos de la noche anterios, las lágrimas de Milenka, ella y su hermano necesitan a su madre y la culpa es mía, Rachel no tendría que estar con Antoni si yo no...

Sacudo ese pensamiento, no quiero terminar llorando por cosas que ya no tienen arreglo.

Termino de cocinar y les sirvo a cada uno de los niños su plato escucho unos pasitos en ñas escañeras y se de quien provienen.

— Buenos días Gema — Milenka me abraza la pierna como si fuera un árbol.

— Buenos días Mile — La tomo de los brazos y la cargo — ¿Quieres algo de desayunar?

— Si por favor — Sonríe mostrando sus dientecitos y yo me alegro de que ya no este triste.

— Al parecer amaneciste feliz, ve con tus hermanos y mis mellizos si ahora te lelvo tu comida.

Asiente y va hacía el comedor comienzo a servirle cuando siento que alguién me abraza por detrás, mi respiración se acelera al reconocer ese maldito perfume que me sigue haciendo el mismo efecto en mi que hace tres años.

Trago grueso cuando no se separa incluso puedo creer que afirmo más su agarre en mi cintura.

— ¿Que mierda haces?, los niños te pueden ver y malinterpretar la situación.

— Eso me vale ayer te hice una pregunta que no respondite, vengo por la respuesta.

— No se de que hablas, anoche no recuerdo nada solo que regrese tarde.

— No te hagas la loca que si no recordaras nada no habrías salido corriendo al darte cuenta que dormimos juntos — Toma mi cuello volteandolo para que pueda verlo — Así que dejate de estupideces y responde, ¿quién te golpeo?

— Ya te lo dije y no, nadie me golpearon.

— No? — Asiento con el miedo de que vuelva a preguntar a tope — Entonces que es? maquillaje? o te caíste?

Toca el golpe con suavidad pero duele y termino soltando un quejido.

— Si te digo me dejaras en paz?

— Tal vez

Quiero replicarle pero también quiero que se olvide de mi, el no puede estar así conmigo no cuendo los sentimientos que creí muertos estan haciendo estragos en mi interior. no cuento las mariposas aparecen cada vez que escucho su máldita voz.

— Bien Morgan ganas, ayer cuando estaba por subirme al auto tropece con mis tacones y me caí contento.

— No te creo

— Me vale si me crees o no eso fue lo que paso — Tomo el plato de Milenka y me volteo — Ahora dejame en paz debo llevarle el desayuno a Mile.

Salgo con el corazón desbocado en una gran mezcla de miedo y ansiedad, nadie puede saber lo que pasa con Bratt es mi cruz, una que debo cargar sola y que me perseguira para siempre.

Christopher Morgan

Observo como le deja el plato a la lora y intento ignorar el vuelco de emociones que me aturde.

Siempre pense que los mellizos estaban bien, que no necesitarían a la cobarde de su madre pero desde que Gema llego es como si les hubiera abierto los ojos, a diferencia de Rachel la morena no sale huyendo cuando de sus hijos se trata.

Milenka llorando ayer me dio la mayor impotencia de mi jodida vida, me recordo que sin Reece yo no habría tenido nada pero el ya no esta, ni Regina esos mocosos solo me tienen a mi pero malditasea no es suficiente.

Soy una bestia yo nunca les dare lo que Gema ahora les da, yo nunca podría hacer lo que ella las cursilerías no son lo mío pero con ella es un maldito equilibrio al que no quiero acostumbrarme.

Con ella de infiltrada estaremos más cerca de la victoria y de recuperar lo que por derecho nos pertenece pero porque ahora no quiero que eso llegue, porque no quiero que se vaya.

Paso las manos por mi rostro frustrado y al levantar la vista mis ojos se topan con los de Gema, intento con mis fuerzas no repararla pero me es imposible, su labio tiene una cicatriz como si se hubiera partido, tiene una marca cerca del cabello en la frente y el pomulo morado.

Que vaya a otro lado con su excusa que se cayo porque no importa si es de ella o de alguien más pero yo voy averigüar que mierda pasa, cuando la tragimos tenía golpes en las costillas se fue y al regresar los tiene en la cara.

Adí tenga que espiarla cada que deba regresar a Londres pero esto así no se queda.


La lectura es nuestro escape de la cruel realidad de la vida por eso este y todos los capítulos que se suban durante esta y la próxima semana estan dedicados a todas las lectoras venezolanas que estan pasando por este terrible momento.

Desde aquí les mando todo mi amor y solidaridad...

Las amo no olviden votar y comentar.


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