Capítulo 46 [+18]

2K 153 243
                                    

Dash Lombardi

Me cruzo con Theodore en el aparcamiento del edificio. Está reunido con Michael Kill, hablando de algo en una esquina. El asunto parece ser serio, porque emplean un tono de voz bajo y sus rostros no muestran nada. Parece que el agente Kill está haciendo su trabajo para que Theodore confíe en él. Pero sé que no lo hará, no sin ponerlo antes a prueba.

Un mensaje de Tyler me llega al móvil, sugiriendo que debemos quedar esta noche para desconectar un poco de todo. Adler también viene. Quedamos en mi casa en unos minutos.

Avanzo hasta mi coche, notando una mano posada en mi hombro. Es Theodore. Se acerca a mí de manera discreta.

—¿Michael Kill sospecha algo de mí? —pregunta.

—No conozco a ese hombre.

—Está bastante extraño —comenta, observando cómo se va en su vehículo—. Quiere tenderme alguna trampa para hacerse con mi cargo.

—¿Qué trampa podría tenderte? —cuestiono—. No tiene nada contra ti, ¿o me equivoco?

—No hay nada en mi contra —afirma—. Pero no confío en él.

—Aléjalo de ti.

—Pensé que podrías ayudarme en... eliminarlo —confiesa, en voz baja—. Si lo hago yo sería muy sospechoso. En cambio, tú... no tendrías motivos, no lo conoces. Nadie pensaría que fuiste tú.

—Es demasiado arriesgado, Theodore.

—¿Quieres que confíe plenamente en ti, Dash?

Me río.

—No necesito ganarme las confianzas de nadie. Si quieres ser mi aliado, adelante. Y si no, me da igual. No pienso matar a un policía que no me ha hecho nada. Es un asunto tuyo y si tanto poder tienes, sabrás cómo hacerlo sin problema.

Él sonríe, sin lucir molesto por negarme a su petición. Comprende lo que le digo, asintiendo con la cabeza.

—Yo me encargo, aunque no personalmente. Y créeme que es una lástima, es uno de los mejores policías de la ciudad.

—La buena policía en una ciudad como esta no es beneficioso para gente como tú o como yo.

—Tienes mucha razón, Dash —me da una palmada en la espalda—. Ya te dejo en paz, tendrás cosas que hacer.

—Lo mismo digo, Theodore. Nos vemos otro día.

Al fin se va de mi lado, avanzando hasta su vehículo que se encuentra al otro lado del aparcamiento. Subo a mi coche, marcando el número de Avery mientras conduzco a mi casa.

—Michael Kill corre peligro, avísale. Theodore no se fía de él y mandará matarlo.

—Mierda. Yo me ocupo.

—Perfetto.

—¿Te dijo algo más?

—Nada importante.

—Bien, adiós —cuelga.

Conversación rápida y sencilla. No hace falta más. Continúo el camino a casa, contemplando que el cielo se vuelve más oscuro, cayendo la noche un día más. Y un día menos para que Avery se vaya. O intente irse.

Estaciono mi vehículo en el garaje de la casa, abriéndole la puerta a Tyler y Adler, quienes llevan esperando un par de minutos fuera. Los invito a la terraza, dándoles un par de cervezas frías de la nevera. Adler la acepta a pesar de no gustarle el alcohol.

—Hace mucho que no quedamos los tres. Nos tienes abandonados, Dash —dice Tyler, dramático.

—Estoy un poco liado con temas de trabajo y familia —reconozco.

Los crímenes de Dash [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora