Capítulo 15

1.6K 180 141
                                    

Avery Hearts

Dash no tiene ningún problema en llevarme a su casa para hacerle un pequeño interrogatorio a su sobrina. Se muestra relajado, como si no tuviera nada que perder. Eso me hace desconfiar todavía más de él. Intento permanecer serena después del puñetazo que le asesté a Elara. No me arrepiento de haberlo hecho, se lo merecía por no cerrar la boca. Le tengo advertido que conmigo debe tener la cabeza agachada y los labios sellados, pero nunca me ha hecho caso y eso tiene consecuencias.

Mi compañero estaciona el vehículo en el garaje subterráneo de su casa. Lo sigo hasta el interior, teniendo a mano el arma por si se le ocurre hacer algo extraño. Cruzamos una puerta que da a un amplio salón. Hay una niña sentada en el sofá, desayunando unos cereales mientras lee unos papeles.

—Ella es Darcy —me la presenta Dash—. Mi querida sobrina.

—¡Saluda al menos! —protesta ella, asustándose por su presencia—. Guao. La chica guapa del...

—Sí, es mi compañera —la interrumpe.

—¿Compañera de trabajo o compañera de que va a ser mi tía? —pregunta, alzando una ceja.

—De trabajo —le aclaro—. Quería hacerte unas preguntas —sonrío, acercándome a ella.

—¿Soy sospechosa de algún asesinato? —cuestiona, frunciendo el ceño.

—Tú no, pero...

—Ya, mi familia sí —asiente, soltando un suspiro—. No sé dónde está tío Darek, dijo que me llamaría, pero nunca me llama. Es un tonto. Como todos los demás.

—Así es la familia —coincido, agachándome para quedarme a su altura—. ¿Qué estuviste haciendo anoche? —pregunto, yendo directamente al grano.

Mira a su tío Dash, él no le dice nada, ni un mínimo gesto.

—Ver dibujos de Bob Esponja —contesta con simpleza—. ¿Y tú?

—Yo descansando en mi casa.

—¿No ves la tele?

—Muy poco —admito—. ¿Estuviste sola?

—No, estuve con tío Dash.

—¿Toda la noche?

—Desde las ocho hasta que me fui a dormir —asiente—. Cenamos y vimos Bob Esponja. ¿Por qué?

—¿Solo con él?

Ella asiente, sin mostrar ningún signo de duda. Luce demasiado segura para mentir. Es una niña, ¿por qué tendría que hacerlo? Para proteger a Dash. Aunque, ¿qué tanto puede saber ella sobre lo que esconde él? Dudo que sepa algo de lo que hace su tío.

—Y como comprenderás, no voy a dejar a una niña de siete años sola —continúa Dash, clavando su mirada en mí.

—¿Y ahora con quién está? —le pregunto.

—Papá está arriba —informa la niña—. Si quieres te lo presento.

—No, no hace falta —digo, volviendo a incorporarme—. ¿No te quedaste dormida al ver los dibujos animados? —le pregunto a Darcy.

—No, aguanté mucho —reconoce con orgullo—. Hasta las dos de la madrugada.

—Y durante todo ese tiempo Dash estaba a tu lado, no se fue a ninguna parte.

—Se levantó para ir al baño y para hacer algo de picotear. Pero siempre estuvo aquí. ¿Por qué preguntas tanto por él? ¿Estás celosa por si se fue con otra persona? —cuestiona, sonriente—. Que yo sepa mi tío está libre —se encoge de hombros.

Los crímenes de Dash [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora