Los crímenes de Dash [+21]

Capítulo 28

Avery Hearts

Es el sonido de una llamada lo que me despierta. Estiro mi brazo, tomando mi móvil. Entreabro los ojos, observando el nombre de Ewan en pantalla. Sé que ha ocurrido algo malo al llamarme a estas horas, cuando en unos minutos nos íbamos a reunir en la oficina para trabajar.

—¿Qué pasa? —cuestiono, adormilada.

Pongo mi brazo sobre mi cabeza, pegando el teléfono a mi oreja y cerrando los ojos mientras atiendo la llamada. Escucho la voz de mi jefe informándome de que hay un nuevo caso.

—Hay un nuevo caso de asesinato —informa—. Encontraron el cuerpo inerte de una chica en su piso, con unas puñaladas en el corazón. Por el momento está ahí el Departamento de Homicidios investigando lo que ha podido ocurrir.

Abro los ojos, girando mi cabeza hacia Dash, se acaba de despertar al escucharme hablar por teléfono. Su mirada bicolor se clava en la mía, preguntándose qué ha pasado ahora, aunque estoy segura de que él lo sabe. Me incorporo en la cama, quedando sentada en ella.

—¿Otra víctima del "Rey de corazones"? —le cuestiono a Ewan, logrando que el ceño de Dash se frunza.

—No sé qué decirte —admite mi jefe—. Estoy de camino a la escena del crimen, avisa a Dash y nos reuniremos allí todos. Ahora te paso la ubicación, Avery.

—Le aviso y vamos, Ewan —le cuelgo.

Deposito el móvil en la mesita, soltando un suspiro y echando mi espalda hacia atrás, tocando el cabecero de su cama.

—¿Qué otra ficha acabas de mover en el tablero? —le pregunto.

—Ninguna otra pieza, Avery —asegura—. ¿Para qué te llamó Ewan?

—Hay un nuevo crimen. Una mujer apuñalada varias veces en el corazón. ¿Y se supone que no eres tú?

—Si quieres te recuerdo lo que sucedió esta noche —me dice—. No me arriesgaría tanto al matar a una persona estando contigo al lado, pudiendo despertarte en cualquier momento. No soy tan estúpido, Avery.

—O, al contrario, eres muy inteligente, por eso lo hiciste. Yo soy tu coartada perfecta, ¿verdad? Al pasar la noche conmigo, ¿quién sospecharía de ti?

Él se ríe.

—No soy tan retorcido.

—Tus otros crímenes dicen todo lo contrario.

—Tenemos cosas que hacer, Avery —dice, ignorando mi último comentario—. Antes voy a darme una ducha, puedes acompañarme —sonríe.

—No, gracias. Prefiero pasarme antes por mi casa, ducharme, cambiarme e ir a la escena del crimen. Nos vemos allí, para que no nos vean llegar juntos —comento.

—De acuerdo, Avy.

Él se levanta de la cama, tendiéndome una prenda de ropa suya, recompensándome por la camiseta que me arrancó anoche. Me visto con rapidez con toda la ropa que abandoné ayer en el suelo, dejando que Dash se adentre al cuarto de baño a ducharse. Tomo mis cosas, abandonando su casa y conduciendo hasta mi piso. No pienso en nada, solo en el futuro caso que nos tocará atender. Borro de mi memoria la noche de esta madrugada, ignorando todo lo que sucedió entre él y yo. Al fin y al cabo, es lo mejor.

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Dash llegó antes que yo a la escena. Contemplo su coche estacionado a escasos metros del mío. Hay varios policías fuera de ese edificio, controlando quién entra y quién sale. Enseño mi identificación antes de entrar, subiendo las escaleras hasta el primer piso, donde sucedió ese asesinato. Paso por debajo de la cinta policial que han puesto en la entrada, observando el piso lleno de agentes, el cuerpo de la víctima y una chica que continúa llorando, luciendo nerviosa y asustada.