Los hijos de Lucifer. (RadioApple)

"El corazón de cristal."

Luego de ese lindo momento Lucifer con una sonrisa en su rostro, se sentía tan tranquilo.

Azrael sentía algo muy extraño aún.

Lucifer — ¿Pasa algo Azrael?

Azrael — Lucifer, ¿Me permites inspeccionar el cuerpo de Lilith?

Lucifer — ¿Se puede inspeccionar eso?

Azrael — Más que nada es el alma.

Lucifer — Por mí, llévatela ahora mismo al purgatorio.

Azrael — Lucifer, sabes bien como son las reglas del cielo.

Lucifer — Ya rompiste la regla más jodida de ella por andar con mi hijo.

Azrael — Por él rompería todas las reglas...

Samael se había ido a su habitación y dió tremendo portazo.

Sam — ¿Por qué...?, ¿Por qué mi corazón me duele tanto...?

Este sentía como realmente un pedacito de su corazón se rompió.

Lucifer entró a la habitación de su hijo y este desesperado le habló.

Samael — ¡P-papá!...ayúdame por favor...m-me duele...me duele mucho el corazón...

Lucifer — (Mierda...)

Este preocupado sentó a su hijo en la cama.

Samael — ¿Qué me pasa...?

Lucifer — Hijo...hay algo que no sabes y que nunca te dijimos, no sé si se podría decir que es una condición física.

Samael — ¿Qué tengo?...¿Asma o qué?

Lucifer — No.

Samael — ¿Entonces?

Lucifer — Desde que naciste, el doctor nos dijo que tú sufrías de un "corazón de cristal"

Samael — ¿Corazón de cristal?

Lucifer — Sí, y que por lo que dices veo que ahora se rompió un poco...por eso te duele...

Samael — ...

Lucifer — Tu corazón se rompe, solo un pedacito cuando uno de tus seres queridos fallece o si alguien que amas muere...

Samael — Pero me duele mucho...

Lucifer — Entonces no fue solo un pedacito...

Samael — Uhm...

Lucifer — Esto siempre explicó tu actitud, por eso jamás te decíamos que te comportaras con otra gente que no conocías.

Samael — ¿Cómo así?

Lucifer — Tu mente y tu corazón inconscientemente sin tú saber te hacía alejarte de cada persona que quisiera conocerte, o te daba asco ver a alguien, o simplemente no te dejabas tocar ni el hombro.

Pequeñito Flashback de Samael de la primera vez que llegó al cielo.

Azrael — ¿Le sucede algo?

Samael — Eh, no
— Se aleja un poco de Azrael —

Azrael — Veo que no agarras confianza tan rápido, ¿Verdad?