¿Qué yo soy qué?

363 41 14
                                    

Azrael — ¿A qué viniste?

Leo — ¿No puedo venir acaso?

Azrael — Mira, no me importa a lo que vengas, solo no te acerques al rubio con el que hablabas.

Leo — ¿Por qué?, llamó mucho mi atención.

Un aura negra se notaba atrás de Azrael por los celos que sentía.

Leo — Cálmate, ¿¡Qué te pasa!?

Azrael — Ohhh nada hermanito

Leo — ¿Hermanito?, Tenemos la misma edad tarado.

Azrael — Ya cállate amargado.

Leo — Amargado tú.

Azrael — Ja.

Leo — ¿Vives aún con Lilith?

Azrael — Así es, sigue siendo la misma bruja de siempre.

Leo — ¿Y si hacemos una fiesta?

Azrael — ¿En su casa?

Leo — Me leíste la mente.

Azrael — ¿Invitaremos a los invictos?

Leo — Ja, ¿Los invictos?, obvio que sí.

Azrael — Claaro, a todos nos haría genial un ratito de descanso.

Leo — Por cierto, ¿Dónde fueron?

En el restaurante.

Samael — Que lugar tan...

Joel — ¿Tan?

Samael — Exótico
— miente —

Michael — Se nota que no te gusta.

Samael — No no no dije eso jaja...

Gabriel — Estoy de acuerdo con él.

Todos se sentaron en una de las mesas del fondo.

Joel y Michael se sentaron uno en cada al lado de Samael.
(Quedó en medio de ambos)

Mientras Leroy, Gabriel, Cassius y Galim en el otro lado.

Joel — Bueno chiquitín cuentanos, ¿Cómo te llamas?

Samael — Samael Morningstar

Joel — El Morningstar te queda bastante bien.

Gabriel — Es cierto.

Todos estaban halagando a Samael menos Galim, todos se presentaron con sus nombres, que eran y que hacían.

Michael — Bueno ya mucha charla, ¿Qué quieres comer Sami?

Samael — Umm...

Joel — Tómate tu tiempo chiquitín.

Samael — ¿Hay postres aquí verdad?

Todos se rieron ya que les causó ternura la pregunta.

Gabriel — Se nota que en el infierno no hay postres.

Joel — ¿Qué postre quieres?, nosotros pagamos.

Michael — Claro.

Samael — Un helado de chocolate y un batido de coco.

Los hijos de Lucifer. (RadioApple)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora