(2024 NV) Donde el cachorro de Harry reclama al Omega de Louis como su mami.
«Gracias por elegirme de entre todas las almas perdidas de este mundo»
"El nombre de una persona amada: una palabra, entre miles, o un rincón del mundo donde un alma puede...
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🍂༺Meraki༻🍂
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"Ilusión"
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Louis agradeció en voz baja cuando Harry abrió la puerta para él, entrando a la casa.
—Buen día. —murmuró el Omega.
—Buen día.
—¡Mami, hola! —gritó Alatz, bajando las escaleras lo más rápido que pudo, cuidando de bajar cada escalón con cuidado.
—Hola, cielo. —Louis se agachó, recibiéndolo en un abrazo. El Omega suspiró, respirando el aroma suave del cachorro mezclado con el de su padre—. ¿Estás listo?
—Ajam. —Alatz asintió, y volteó a sonreírle a su padre—. ¡Oh! ¡Espera!
Alatz corrió por el pasillo junto a la escalera, provocando risas en los adultos por su euforia.
—No ha parado de hablar de ti en toda la mañana. —comentó Harry, sonriendo—. Incluso cuando lo busqué en la escuela su maestra me dijo que estuvo muy activo en la mañana.
Louis sonrió apenas, desviando su mirada para no cruzarla con la del Alfa. Ambos se quedaron en silencio, esforzándose por no respirar muy fuerte o cruzar sus miradas.
Harry llevó el peso de su cuerpo a un lado, mientras Louis golpeteaba sus dedos sobre su regazo, esperando a Alatz en cuclillas.
—Volveré... —empezó Harry, llamando la atención de Louis—. Volveré a las cinco, ¿estás seguro de que quieres encargarte tú solo? Aún puedo pedirle a Becky que venga.
William gruñó antes eso. Louis le miró avergonzado dándose cuenta de que el Alfa lo había sentido, por la mueca que se formó en sus labios. Edward había respondido al gruñido interno de su Omega con un reproche a su humano.
—Está bien... Puedo cuidar de él unas horas, estaremos con Zayn y los niños.
—Lo sé, lo sé. —suspiró Harry, rascando con sutileza su mejilla—. Es que estos días siempre fue cuando estuvo ella, y creí que quizás íbamos... Rápido.
Louis mordisqueó su uña, intentando entender a que quería llegar el Alfa. Su cuerpo se sentía pesado, la vergüenza lo recorrió, poniéndole nervioso.
—Si no confías en mí, puedes decirlo. —le aseguró, desviando su mirada al pasillo por el que debería volver el niño—. Después de todo, no me conoces mucho y es tu hijo... Es correcto dudar.
—¡No es eso! —Harry hizo un ademán con sus manos—. Es que... Bueno...
—Está bien, Harry, puedo entenderlo. —dijo Louis, apretando sus labios.
