Mas que Amigos

Capitulo 4

El tercer y último año de secundaria comenzó con una mezcla de emociones. Había algo agridulce en el aire: el entusiasmo por las oportunidades que se avecinaban y la tristeza por el final inminente de una etapa que había definido gran parte de mi vida. Mis amigos y yo estábamos listos para enfrentar el desafío de nuestro último año antes de la graduación, y aunque teníamos claro que el tiempo pasaría rápido, estábamos decididos a aprovechar al máximo cada momento.

El primer día de clases estuvo lleno de expectación. Al entrar en el aula, el ambiente era una mezcla de familiaridad y novedad. Los profesores estaban igualmente emocionados por comenzar un nuevo año, y el aula estaba llena de murmullo y risas mientras nos acomodábamos en nuestros asientos.

Entre mis amigos más cercanos estaban Jake, un entusiasta de la tecnología que compartía mi amor por la robótica, y Laura, una chica con una pasión por la literatura y una actitud optimista que siempre lograba levantar el ánimo. Juntos, formábamos un grupo unido, y nuestras conversaciones giraban en torno a los proyectos de robótica, las novelas que estábamos leyendo y las expectativas para el año que nos esperaba.

Sin embargo, no tardamos en darnos cuenta de que había un nuevo grupo de chicas en la escuela que llamaba la atención. Se trataba de un grupo que se hacía notar por su actitud desafiante y su estilo de vida rebelde. Eran conocidas como las "Chicas del Club", y su presencia en la escuela era imposible de ignorar. Eran inteligentes y tenían una presencia carismática que atraía la atención, pero también tenían una actitud que parecía menospreciar a los demás.

Me encontré observando al grupo desde la distancia, sintiendo una mezcla de curiosidad y desaprobación. Su estilo de vestir era llamativo, con ropa de diseño y accesorios que marcaban la diferencia. Se reían y hablaban en voz alta, a menudo ignorando a quienes estaban alrededor. Aunque su inteligencia era evidente, su actitud hacia los demás era despectiva, como si consideraran a la mayoría de los estudiantes como inferiores.

Jake y Laura también se dieron cuenta del grupo y comentaron sobre ellos durante nuestro almuerzo en la cafetería. "¿Has visto a esas chicas nuevas?" preguntó Jake, mirando hacia la mesa donde el grupo de chicas estaba reunido. "Parece que tienen una forma muy particular de ver las cosas."

Laura asintió, añadiendo, "Sí, tienen una actitud bastante desafiante. Me pregunto si alguna vez se molestarán en hablar con los demás."

A pesar de nuestra curiosidad, decidimos mantenernos al margen. Aunque sus maneras eran provocadoras, estábamos concentrados en nuestras propias metas y en disfrutar nuestro último año de secundaria. La escuela se convirtió en un lugar de desafíos y oportunidades, y estábamos decididos a aprovechar al máximo cada momento.

El primer semestre pasó rápidamente, con exámenes, proyectos y actividades extracurriculares que mantenían nuestra agenda ocupada. En el club de robótica, estábamos trabajando en un proyecto emocionante que nos mantenía enfocados y comprometidos. Las reuniones eran una mezcla de trabajo intenso y diversión, y nuestras noches se llenaban de programación, ensamblaje y resoluciones de problemas.

Durante ese tiempo, no tuve mucho contacto con el grupo de chicas populares. Aunque estaban presentes en el entorno escolar, nuestras rutas y objetivos eran diferentes. A veces, pasaban por el pasillo de la escuela o se encontraban en la cafetería, pero nuestra interacción se limitaba a saludos cortos y observaciones superficiales.

A medida que avanzaba el año, comenzaron a surgir rumores sobre las chicas del grupo. Algunos decían que estaban involucradas en actividades extracurriculares secretas o en proyectos que no estaban alineados con las reglas escolares. A pesar de las habladurías, decidí no prestarles demasiada atención. Mi enfoque estaba en mis estudios y en el trabajo con el club de robótica, y no tenía tiempo para distraerme con chismes o conflictos innecesarios.