𝖭𝖺𝖽𝗂𝖾 𝖢𝗈𝗆𝗈 𝖳𝗎́『Bʀᴏʟʏ x Cʜɪʀᴀɪ』

Capítulo 8

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Chirai dió un salto para esquivar al décimo quinto charco que estaba obstruyendo el camino, el cual evitaba que ella pudiese avanzar.

En la tarde había caído un fuerte aguacero y la carretera del vecindario donde vive Broly no soportó y terminó lleno de charcos gracias a los baches.

Una sonrisa se plantó en su rostro al ver al moreno que esperaba por ella en la entrada de la vecindad, quién lucía ropa casual.

—Casi me voy de frente en un charco —la oji rosa rió cuando quedó frente a Broly— resbalé y por suerte tuve buen equilibrio y no me caí.

—Perdona el estado de la calle, pero es que los políticos quedaron en mandarla a arreglar desde que Ethan aún estaba en el vientre de su madre, y al son de hoy aún no lo hacen.

—No importa, no es tu culpa el hecho de que la carretera esté así.

Ambos empezaron con el recorrido uno al lado del otro. Chirai por momentos se sintió diminuta ante la estatura de Broly, puesto que ella no era nada comparada con los dos metros del moreno.

—¿Con quién dejaste a Ethan? —La oji rosa no aguantó las ganas de preguntar al no ver a la bendición de Broly— Pensé que lo traerías con nosotros.

—Lo dejé bajo el cuidado de Gogeta y otro amigo, Ethan sufre de asma y los cambios de temperatura repentinos pueden provocarle los síntomas de su condición. En casa sé que estará mejor.

—No sabía que Ethan sufría de asma.

—Desde muy pequeñito sufre de asma, pero el pediatra me dice que cuando crezca lo irá superando. —aclaró el moreno y se le atravesó en el camino a la albina— ¿Tienes hambre?

—Bastante, no cené antes de venir porque se supone que me invitaste a comer perros calientes.

—Lo sé, por eso te preguntaba para saber si ibas a ser capaz de comerte dos en vez de uno. —Broly sin motivo alguno sujetó la cintura de Chirai y la aferró contra su cuerpo para luego guiarla al puesto de los hot dogs que yacía en la esquina del vecindario.

Hacen fila frente al puesto y mientras esperaban Chirai apreciaba el lugar, bajo los árboles había mesas para poder degustar los hot dogs y poder pasar un momento agradable. Broly por su parte apreciaba los rasgos faciales de la albina, logrando convencerse de lo atractiva que era ella.

—Niño Broly, que gusto tenerte nuevamente por aquí. —lo saludó la señora detrás del carrito de perros calientes— Veo que esta vez no te acompañan los cansones de tus amigo, sino esta bella señorita.

—Ella es Chirai.

—¿Tu novia?

—¡No! —contestan ambos al unísono.

—Ella es una compañera de la universidad y futura madrina de Ethan. —concluyó el moreno.

La señora asintió y se dispuso a preparar la orden del moreno, quién sacó a Chirai de la fila antes de dejar el dinero sobre el mostrador.

La albina tomó asiento en una de las mesas para esperar.

—¿Vienes constantemente aquí?

—Vengo todos los fines de semana con Gogeta, Ethan, Vegeta y Goku. —el moreno tomó asiento frente a ella— Vegeta siempre nos invita a comer, pide trece perros calientes; diez para él, y uno para cada uno del resto de nosotros.

—Vegeta como siempre un lambucio.

—Lo único que hace es alborotarnos el hambre.

—¿Y cómo conociste a Vegeta?