𝖭𝖺𝖽𝗂𝖾 𝖢𝗈𝗆𝗈 𝖳𝗎́『Bʀᴏʟʏ x Cʜɪʀᴀɪ』

Capítulo 5

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—Desde la última visita, Ethan subió 600 gramos.

El pediatra bajó al pequeño bebé de la pesa para niños y con ayuda de Broly lo acostaron en una mesa firme con sus piernitas estiradas para medir su estatura.

El profesional empezó a cumplir con todo el protocolo; con revisar su cabecita, oídos, ojos y boca. Cuando tocaba la parte de escuchar su corazón y pulmones, Ethan agarró el estetoscopio del pediatra para sacudirlo al confundirlo con su sonajero.

Este acto inocente de la criatura le sacaría una carcajada a su médico y padre.

El pediatra continúo con la tarea, palpó el abdomen del infante para asegurarse de que ninguno de sus órganos estuviese dilatado y que no existieran masas ni blanduras inusuales.

Ethan por suerte se comportaba excelente en las consultas, de hecho sonreía y debaja que su médico cumpliera con su tarea.

Para finalizar, verificaron de que no tuviese problemas con las articulaciones de la cadera al moverle las piernitas gorditas y le examinaron sus genitales para asegurarse de que ambos testículos estuviesen abajo en el escroto.

—¿No hay regaños esta vez? —preguntó Broly cuando el profesional le pidió volver a vestir al niño.

—No, Ethan recuperó la masa muscular que había perdido e incluso ganó más peso del que te pedí que subiera. —aclaró el pediatra, sacándole una sonrisa a Broly ya que esta vez no había decepcionado al doctor— Creció casi tres centímetros, sus articulaciones funcionan con normalidad, no tiene los órganos dilatados, el pulso de su corazón está estable y déjame decirte que estoy orgulloso de los dos. Estás haciendo un excelente trabajo, Broly.

Desde la última visita con el pediatra, Ethan estaba algo delgado ya que el bebé no quería recibir el biberón a causa del reflujo. Y Broly al no saber que hacer, su hijo perdió peso y cada rato estaba enfermo.

—¿Cómo le está yendo a Ethan con la nueva fórmula? Me habías comentado que le había abierto el apetito y que estaba exigiendo más onzas.

—Sí, pero así como usted me recomendó, no lo he estado alimentando en exceso, pero de igual forma siempre quiere estar comiendo. —respondió Broly y alzó a su hijo en brazos cuando terminó de vestirlo.

—Sigue tal cual como vas, ahora lo que debes hacer es reducir la cantidad de biberones que le das en el día y deberás incluir alimentos sólidos a su dieta. Ethan está a pocos días de cumplir los seis meses y su paladar debe ir experimentando el sabor de las papillas y otros alimentos que son actos para su edad.

Ethan sólo miraba con una sonrisa a su doctor, ya que le gustaba oírlo hablar y de cierta forma ya había formado un vínculo con su pediatra.

—También programaré otra visita para colocarle las vacunas de los seis meses, la cuáles son contra el Pentavalente acelular, Hepatitis, Rotavirus e Influenza. Y por favor, esta vez no te desmayes.

Broly soltó a reír ya que siempre que le aplicaban las vacunas a su hijo las enfermeras terminaban sacándolo en una camilla porque se le bajaba la presión de tan sólo ver a Ethan llorando.

—¿Ya se sienta solo? —el profesional continuó con las preguntas de rutina.

—No, ¿Ya es necesario que se siente solo?

—Sí, pero algunos bebés tardan más y otros menos.

—Ethan no es capaz de sentarse por sí solo, siempre tengo que sostenerlo, pero a veces intenta hacerlo por su propia cuenta.