𝖭𝖺𝖽𝗂𝖾 𝖢𝗈𝗆𝗈 𝖳𝗎́『Bʀᴏʟʏ x Cʜɪʀᴀɪ』

Capítulo 15

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Kale sentía que le iba a dar algo cuando a Ethan le empezaron a introducir una aguja en el antebrazo.

Incluso lloraba mirando la escena, aunque la criatura no estaba chillando sino observando con el ceño fruncido la aguja dentro de su piel.

—Eres muy valiente mi bebé.

—Hola, negrito lindo. —Caulifla irrumpió en la habitación, ganándose la atención de Ethan con su presencia y de paso una mala mirada por parte de él— Vino tu madrastra favorita a visitarte.

La criatura la discriminó con su mirada y Caulifla se llevó la mano al pecho fingiendo dolencia.

—¿Por qué me miras así? Me destruyes por dentro cuando lo único que hago es amarte, Ethancito. —la peli alborotada se arrodilló frente a la cama y Ethan escondió su brazo libre cuando la novia de su mamá lo iba a tocar— ¡Ámame! ¡Eres el único hombre al que le ruego por amor! ¡Por favor, ámame!

Ethan la apartó y frunció los labios con ganas de llorar cuando le sacaron la aguja de su torrente sanguíneo, el tratamiento era doloroso e inhumano para él cuando solo era un infante de 7 meses.

—Ya pasó, bebé —le habló el oncólogo pediatra encargado del proceso mientras le acariciaba los bracitos— Ya pasó.

Kale se apresuró a cargarlo en cuanto rompió en llanto.

—¡P-pa-pá! —llamaba él a Broly en medio de lágrimas— ¡D-da-dda!

—Le seguiremos haciendo estudios y más tarde vendré a ver como ha reaccionado su sistema al medicamento. —avisó el profesional antes de acercarse a la puerta y Kale asintió.

—¿Dónde el papá? —preguntó Caulifla cuando quedaron solas— Él quiere a su papá, así que tráiganle a su papá.

—Broly salió y no sé para dónde... —contestó Kale con un nudo en la garganta al ver a su hijo así— Luego de que nos dieron el diagnóstico del bebé se fué un poco alterado y apagó el celular.

—¿Llamaste a los amigos? Quizás ellos sepan algo.

—Gogeta no sabe, Goku no tiene cobertura y Vegeta tampoco tiene idea.

La morena le entregó el bebé a Caulifla para poder prepararle un biberón. Por suerte Broly siempre andaba preparado y el termo con agua tibia y la lata con la fórmula nunca se le quedaban.

—Eres un pequeño guerrero. —la peli alborotada lo besó en la mejilla y le mostró el osito de peluche que le había comprado para que se distrayera.

Por otro lado, Goku iba tras una chica para ofrecerle de lo que estaba vendiendo, pero en vez de publicidad parecía acoso.

—Vea, mi amor, no se va a arrepentir de comprarme estos panes de queso porque te juro que están deliciosos. Los hizo mi mami —le seguía insistiendo a la muchacha— Si me compras aunque sea uno, estarías aportando un granito de arena para costear el tratamiento de mi ahijado que le acaban de diagnósticar Leucemia mieloide crónica.

—¿A cómo son? —Goku sonrió cuando la chica abrió su cartera para sacar efectivo.

—Cien zenis, corazón.

La chica le compró media docena y el peli palmera guardó feliz el dinero en su bolsillo. Había estado casi toda la tarde vendiendo panes para ayudar a Broly con el pago de la primera fase del tratamiento de Ethan que era costosa.

El moreno apenas supo de la noticia les escribió al grupo de WhatsApp para informarles sobre la situación y lo corto que andaba de dinero. Sin exagerar que Broly no cargaba ni una menta en el bolsillo.