Capítulo 3

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Una de las cosas que más odiaba Broly era madrugar. Pero al parecer a su hijo le encantaba, ya que desde las 5:00 AM esa criatura ya estaba despierto.

El lado bueno, es que el bebé no se ponía a llorar, simplemente se quedada al lado de su padre ya sea con la intención de querer hacerlo abrir los ojos con sus deditos, o apoyar su cabecita sobre el pecho de él sólo para que su progenitor le diese palmaditas en la espalda.

—Ethan, te estoy viendo. —regañó Broly al infante cuando este tenía la intención de sentarse sobre el colchón.

La criatura obedeció automáticamente y se quedó quieto a un lado de su padre hasta que la alarma sonó, ya que su progenitor siempre se tomaba cinco minutos para hacerle cosquillas y llenarle su gordita carita de besos.

—Espérame aquí y no te muevas. —Broly acomodó las almohadas alrededor de su hijo para evitarle una caída de la cama— Voy a ducharme y no tardo.

El infante apenas vió que su progenitor lo dejó solo en la habitación rompió en llorar, lo cuál provocó que el moreno agilizara la tarea de bañarse.

—¡M-ma-má! —llamó el infante a su progenitora en medio del llanto— ¡M-ma-má!

Una vez Broly regresó del baño, la criatura se calló.

—¿Para qué llamas a tu mamá cuando ni eso tienes? —Broly alzó a su hijo en brazos, le limpió sus lágrimas de cocodrilo y lo bañó.

—¡Aquí llegué yo! —irrumpió Gogeta en la habitación, encontrando a Broly poniéndole el pañal a su bendición— ¡Llegó la magia, llegó el color, llegó la vida!

El moreno simplemente blanqueó los ojos.

Por su parte, Gogeta se tiró de barriga sobre el colchón para llenarle la cara a Ethan de besos, y no paró hasta llegar al punto de estresarlo y ponerlo a llorar.

—¡Déjalo, Gogeta! —le dió el moreno un golpe en la cabeza a su mejor amigo.

—Es un chillón, no aguanta nada.

El oji azul alzó entre sus brazos a Ethan para calmarlo, pero el infante no quería estar en los brazos de él, sino en los de su padre.

Broly apresurado se puso lo primero que encontró en el closet, y rápidamente preparó un biberón para callar a la criatura que llora a gritos.

—¿Cómo se aborta a un bebé de cinco meses? —preguntó el moreno mientras recibía a su hijo para alimentarlo.

—Eso debieron haberlo hecho cuando esa criatura era un feto. —contestó Gogeta, con el cerebro a punto de desbordarsele por los oídos por tanta sabiduría— ¿Te lo dije o no te lo dije? Me cansé de reiterarte: Es mejor tirar la leche afuera, a que un niño te saque la plata de la billetera. Y no sólo esa criatura te saca dinero a ti, sino que también a Goku, Vegeta y a mí como si nosotros también hubiésemos participado cuando lo estaban procreando.

—Si me cuidaba cuando lo hacía con Kale, aparte, ella se cuidaba con la inyección trimestral. —explicó Broly— Pero no sé que pasó...

—Pues ahí está el resultado; un bebé que está siendo criado por una manada de hombres que les va pésimo tanto en la vida como en el amor.

Broly y su amigo soltaron la carcajada, y una vez el bebé estuvo satisfecho y callado, su tío lo metió en el cargador infantil que recientemente había atado a su cuerpo.

—Carajo, Broly, ¿Este bebé en vez de leche come piedras? —preguntó Gogeta al sentir el verdadero peso de la criatura de Broly contra su pecho.

—La nueva fórmula le abrió el apetito y ahora exige y come más. —aclaró el moreno mientras se acercaba a su hijo para ponerle un gorrito de lana en su cabecita— Por eso está así como una piedra, y al final creo que tendré que rodarlo por el suelo por lo pesado que está.

𝖭𝖺𝖽𝗂𝖾 𝖢𝗈𝗆𝗈 𝖳𝗎́『Bʀᴏʟʏ x Cʜɪʀᴀɪ』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora