Hijo de un mafioso

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Salió de su cuarto para ir a correr, todavía no veía a nadie por los grandes pasillos de la mansión.

-Supongo que es muy temprano para la mayoría- suspiró

Se adentró en aquel laberinto para poder llegar al gimnasio. Encendió una máquina para correr y comenzó con su rutina diaria.

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Terminado su entrenamiento se dirigió al comedor. Había entrenado un poco más de lo habitual porque se había levantado más temprano, y empezaba a tener hambre.

-Buenos días, joven Shigaraki- anunció una sirvienta.

-Muy buenos días- dijo el peli verde alegre.

Se sentó en la gran mesa que tenía aquel comedor. No tardó demasiado antes de que llegaran varías empleadas a servir el almuerzo que habían preparado.

-Que disfrute su comida, joven- dijo la misma mujer que le había dado la bienvenida al entrar.

-Gracias, Hiroki- dijo para comenzar a comer.

Había pasado un rato comiendo muy a gusto, cuando la voz de su mayordomo llamó su atención.

-Joven Izuku, su padre solicitó su presencia en su oficina-

-Gracias por avisarme, Key. Iré en seguida-

Terminó su desayuno rápidamente y fue a su cuarto a cambiarse la ropa. Seguía en ropa deportiva, y sabía que a su padre le gustaba verlo con ropa más formal.

"Izuku, la apariencia es una forma de comunicar al mundo quiénes somos y qué pensamos de nosotros mismos. De hecho, es mucho más que nuestro aspecto: nuestra imagen personal también se refiere a cómo nos comportamos y cómo nos desenvolvemos en situaciones sociales."

Eso le había dicho después de quejarse porque no le gustaba un traje y usar corbata, pero con el tiempo se había acostumbrado. Incluso podría decir que era raro no usar trajes, aunque estuviera dentro de su casa.

Antes de darse cuenta, ya estaba frente a la gran puerta que tenía la oficina de su padre. Tocó tres veces antes de recibir una afirmación para proceder a pasar.

-Hola, padre. ¿Me llamaste? Lamento la tardanza, tenia que cambiarme- anunció mientras entraba a la oficina.

-Muy bien, no hay problema, no era urgente que vinieras. Pero necesito que vayas con tu hermano Tomura a Japón. Vas a asistir a la UA como infiltrado, y proporcionaras información importante.

Izuku se quedó atónito ante lo dicho por su padre. No sabía cómo reaccionar, había vivido con él en Rusia toda su vida. No había tenido contacto con su hermano desde hace un año, cuando se fue para liderar la liga de villanos.

En cuanto a su madre, nunca tuvo un contacto continúo, porque su padre no quería que se involucrara con la vida delictiva que llevaban.

-¿Y como me voy a presentar en la UA? No he ido a una escuela normal. 

-Tranquilo, sabes que tenemos alianzas con el gobierno de diferentes países, incluido el de Japón. Y ya aceptaron recomendarte bajo una pequeña petición personal.

-Entiendo, ¿Cuando me voy?- preguntó con un suspiro.

Por mucho que le desagradara la idea de estar rodeado de aspirates a héroes, no se podía negar.

Incluso a él, que era su hijo, le daba miedo la leyenda de la mafia rusa, "All For One", que era su padre.

Así que negarse no era una opción.

-Tu vuelo sale mañana a primera hora, tus maletas ya están hechas y ya se ha arreglado el contrato para tú nueva casa.

-Muy bien padre, ¿Algo más que necesite saber?

-Habrá otros dos infiltrados contigo.

De verdad, a veces su padre era tod un misterio.

-No lo entiendo, padre, ¿Por qué enviarme como infiltrado cuando ya hay dos?

-Tranquilo, Izuku, solo que tú tendrás más influencia que ellos.

-Entiendo, padre

-Eso es todo, te deseo suerte con tu mudanza.

-Permiso- Dijo para retirarse a su cuarto.

Por mucho que le diera vueltas al asunto no lograba entender el porqué su padre había tomado esa decisión.

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Ya era de noche, e Izuku estaba acomodando una pequeña mochila con cosas para el vuelo.

Estaba seguro de que su padre le había conseguido un asiento en primera clase, pero no quitaba que fuera aburrido volar por tantas horas.

Metió simplemente su computadora portátil, sus audífonos y algunos bocadillos para el camino. Al día siguiente volaría a Japón, y por lo menos debería tener algo para distraerse.

Tenía la intención de dormir todo el vuelo, pero por si acaso, terminaría algunas lecciones de sus profesores privados.

MI VIDA 17. Reencarnando En Un Villano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora