Hola, mamá

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Izuku estaba al tope de nervios en la puerta, mirando el timbre como la cosa más extraña que haya visto.

No tuvo más remedio que tocar.

Se escucharon pasos antes de que una mujer abriera la puerta, tenía cabello y ojos verdes. Sin duda alguna, ella era su madre.

-Hola, mamá, me da gusto volver a verte- Izuku sonrió ampliamente.

-Hola cariño- la mujer lo abrazó en un cálido abrazo.

Después de un rato, soltó a su hijo, un poco avergonzada- pasa- La mujer se hizo a un lado para dejar pasar al menor.

-Gracias mamá, te traje unos regalos. -Dijo para extenderle las bolsas que llevaba consigo.

-Gracias hijo, no era necesario, pero te agradezco mucho, siéntate, la cena se va a enfriar.

Pasaron un buen rato charlando, conociéndose, para variar.

Aunque su animada conversación fue interrumpida por el sonido del timbre.

-¿Esperabas a alguien? - preguntó confundido

-No, la verdad solo te esperaba a ti - dijo la mujer mientras se ponía de pie para habrir la puerta.

-Yo levanto la mesa - dijo el menor.

-Gracias hijo

La mujer habrió la puerta, encontrándose con su mejor amiga, Mitsuki Bakugo y su hijo.

Aunque parecía que el menor vinia porque lo obligaron. Nada nuevo para Inko.

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Izuku solo podía escuchar la conversación de su madre con otra persona desde la cocina, no sabía quién era, así que no sabía cómo debía actuar frente a esta.

Preparó té y salió después de terminar de lavar los trastes.

Notó la presencia de dos personas, aunque parecían copias el uno del otro... Como él y su madre.

-Hola, buenas tardes- dijo con una leve reverencia -Ya terminé con los trastes- añadió mientras se acercaba a la sala y colocaba las tasas en la mesa- también les preparé té.

-Hola, tu debes ser el hijo de Inko - dijo la mujer - yo soy Mitsuki Bakugo y este mocoso es Katsuki.

-Un gusto, soy Izuku Midoriya - sonrió cálidamente

-Tu....- se escuchó por la sala - ¿Quién demonios dijo que te metieras?

Era el hijo de la amiga de su mamá, y por lo que veía, tenía un carácter terrible.

-¿Perdón? - Izuku estaba más que confundido

-¡Estaba muy bien sin tu ayuda!

En ese momento entendió.

-¡Oh! ¿Acaso eras tú al que atacó ese villano? Me alegro que estés bien- dijo tratando de mantener la compostura y no reventarle la cara en ese instante.

-Yo no necesitaba tu ayuda- dijo en lo que, más que una mueca, parecía un puchero.

-Bueno, me disculpo por entrometerme. - dijo para no seguirle el juego.

-¿Izuku?- reclamó su madre en  busca de una respuesta

-Este, nos conocimos en la tarde, en el ataque de un villano que te mencioné hace un rato.

-¡Oh! Mi bebé- dijo la mujer a punto de derramar lágrimas.

-Agradezco que ayudaras a mi hijo, Izuku - Dijo la mujer que estaba en el sofá contrario.

-No hay problema, de cualquier forma, quiero ser un héroe, y eso hacen los héroes.

-Oh, que sorpresa, Katsuki también quiere ser uno.

-Sí, creo que es una profesión bastante demandada. Supongo que eso nos haría... ¿Rivales? ¿Compañeros?

La mujer solo comenzó a reír mientras su hijo ponía los ojos en blanco.

Hablaron por un rato más hasta que se hizo de noche, a Izuku le comenzaba a dar sueño, y todavía debería conducir a su casa.

-Bueno, me retiro- dijo poniéndose de pie.

-Ten cuidado al conducir hijo - habló su madre.

-Claro mamá, un gusto conocerlos, familia Bakugo.

-El gusto es mío, Izuku. Fue lindo conocerte, después de las muchas historias de Inko sobre ti lo había ansiado.

-En ese caso, algún día vayan a mi casa a tomar una taza de café.

-Claro, cuenta con eso.

El peli verde hizo una leve reverencia y salió de ahí.

No quería irse, le gustó la compañía de su madre y su amiga, aunque no pudo decir lo mismo de su hijo.

Pero ya era noche, y su madre también necesitaba descansar.

Al llegar a casa se cambió y se fue a la cama. Aunque está vez si puso su alarma para despertarse temprano.

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Vida 12.

Don. Control elemental.

Permite controlar los cuatro elementos de la naturaleza a placer.

Aire, tierra, fuego y agua.

Esta fue una vida pacífica. Al igual que en las anteriores, se dedicó a aprender lo más que pudo.

No le llamaba la atención ser un héroe, porque fue por esas mismas personas peculiares que murió en una de sus vidas.

Así que se limitaba a conseguir reconocimientos por su inteligencia y poder.

Se había vuelto una importante figura entre países, porque ayudaba a prevenir desastres naturales, o ayudaba en tiempos de sequía.

Una buena décimo segunda vida.

MI VIDA 17. Reencarnando En Un Villano Donde viven las historias. Descúbrelo ahora