°Metas por cumplir°

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Narra omnisciente:

Todos tenemos un sueño, una meta, una promesa o una misión que queremos llevar a cabo pero por distintas situaciones se convierten en un reto.

Rodrygo Goes, un joven muy humilde, amable, educado y soñador, tenía una meta en mente, volverse jugador del club de sus amores, el Real Madrid. Él hizo lo imposible para las pruebas en el Santos Fc y quien diría que los merengues se hayan interesado en él.

Por otra parte pero no muy lejana.

Leah Rojas, Chica de gran corazón y muchas virtudes debía tomar una decisión, si quería esperar un mejor contrató, que quizás no llegaría, o firmar el que estaba en la mesa. Su más grande anhelo era ser una modelo para Victoria's Secret.

¡Que escenarios tan distintos!, pero similares, uno quiere vivir jugando y ganando dinero, y la otra quería caminar con estilo mientras la multitud le aplaudía.

(...)

Narra Leah:

Sentia mi garganta seca, mis manos temblaban, mi pie se movía en señal de ansiedad, firmar mi primer contrato como modelo era muy estresante.

-Leah, Si te sientes preparada. Firma aquí- Dijo el agente ejecutivo de la marca para la que iba a modelar.

-Me podría repetir los beneficios que tendré?- Requerí sintiendo mucha más presión de la que tenía.

-Claro- Aquel tipo de porte elegante fijo su mirada en la mía, sintiéndome presionada le sostuve la mirada. -Una vez llegues a España te conseguiremos una casa, si se logra, podría ser en "La moraleja".- Explico emnumerando con los dedos.

-Si no se logra?- Indague un poco más tranquila.

-Te conseguiríamos un apartamento cerca del centro de la ciudad- Contestó dudando.

-Prosiga- Hablo mi representante.

-Tendrias el acceso a piezas únicas de la marca, Es decir, las piezas solo se le muestran a los clientes frecuentes- Levantó otro dedo y yo me sentía un poco menos tensa.

-Y por supuesto, si llegas a acumular fama, tendrías seguridad y chofer privado- Culminó.

-Leah- Hablo mi representante -Es tu decisión- Coloco una de sus manos libres en mi hombro dándome seguridad.

Trague grueso y tome el bolígrafo para firmar.

Intenté leer detenidamente el gran texto que estaba plasmado en la hoja, pero la presión que sentia en ese momento me desconcentraba. Presiento que me arrepentiré por ello.

(...)

-Sentia que me iba a desmayar- Comenté mientras que Camille, mi representante, caminaba a mi ritmo con dirección a la sala de prensa.

-Ahora si te desmayaras- Aseguró para luego abrir la puerta para mi. La sala de prensa estaba llena de cámaras, luces y personas haciendo mucho ruido, mi presencia bastó para que el sitio se convirtiera en silencio absoluto. El sonido de mis tacones resonaba por todo el lugar.

El agente ejecutivo me hizo un gesto para que me sentará a unos centímetros de él. Junto a mi representante tomamos asiento para responder cada pregunta de las personas presentes.

-Hola Leah, es un placer para nosotros tenerte en esta rueda de prensa- Tomo la palabra el hombre de la mesa.

-Muchas gracias- Conteste con serenidad, buscando una forma de tranquilizar los nervios que se apoderaban de mis pies.

-Para preguntas, debe identificar su nombre y medio informativo- Explicó hacia el público, el antes mencionado.

-Hola Leah, felicidades, soy Marina Catelina de El Diario, ¿Cuál fue el motivo de tu contrato con Prada?, muchas gracias- hablo una mujer en primera fila.

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