EPÍLOGO

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☽ Epílogo ☾

4 meses después...

El valle donde la manada remolino se encontraba se veía muy diferente en primavera, las flores a su alrededor y el verde de las plantas daban una belleza inigualable, como si fuera digno de ser pintado.

Hinata y Naruto se habían alejado del pueblo, a petición de Hinata para recolectar especies de plantas para hacer unas pociones, aunque se distrajo muy rápido cuando se puso a realizar coronas de flores, Naruto se recostó bajo la sombra de un gran árbol.

La brisa era fresca, Naruto abrió uno de sus ojos para ver a Hinata, mientras el viento hacía danzar su largo cabello oscuro, su rostro concentrado en su actividad, le produce ternura y no puede evitar sonreír.

—Te ves muy hermosa —Hinata lo regresa a mirar.

—Esta es para ti —dice agarrando una de las coronas de flores.

Se acerca hacía él poniéndole la corona sobre su cabeza. Naruto sonríe y le da un pequeño beso sobre la comisura de sus labios, agarra la otra corona de flores y con delicadeza se lo pone en la cabeza de Hinata.

—Ni las flores le hacen competencia a tu belleza —ella sonríe. Lo abraza y pone su cabeza sobre el pecho de Naruto acurrucándose a su lado.

—Hinata... Deberíamos de casarnos —Naruto suelta esas palabras con toda la tranquilidad del mundo, pero Hinata se sobre exalta y lo regresa a mirar.

—¿Estás hablando en serio?

Naruto se sienta para poder mirarla al rostro.

—Claro que sí. Digo hemos estado viviendo como una pareja casada, pero es momento de oficializarla —muestra una amplia sonrisa—. No te voy a dejar ir tan fácilmente.

La toma de las manos para abrazarla.

—Dime Hinata, me harías el honor de poder llamarte mi esposa —una risa nerviosa se atraviesa en Hinata y lo regresa a mirar.

—Acepto, pero esta es tu última oportunidad para liberarte de mí, así que piénsalo.

—No hay nada que pensar. Quiero estar atado a ti por el resto de mis días.

—Pues entonces, yo soy la más feliz del mundo —pone sus manos sobre rostro acariciándolo.

Naruto la besa con lentitud, mientras que su mano vaga hacia el pecho de su ahora prometida, amaba acariciarla, tocarla, besarla, tenerla tan cerca de él, era lo que le daba vida. Mientras que ella disfrutaba de cada toque que él le brindaba.

Tal vez el camino que hizo que se encontraran se veía un poco triste por una maldición, pero ahora podían estar libres de esos males, juntos y felices de la compañía del otro.

Wow

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Wow... No puedo creer que ya sea el final, aaah 🍃 Muchas gracias a todas las personitas que llegaron hasta aquí. Espero y nos sigamos viendo en futuras historias. Por qué esta serie Criaturas Místicas aún continúa...

Alissvettz

La Maldición de los Lobos | NaruHina |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora