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—Q- Que bueno que conozcas a personas de por aquí, Padre.

—Si... Solo conocía a la persona que había hecho que rompieras una regla— Arlecchino se comienza a acercar a Freminet, cada sonido del gran tacón retumbaba en sus oídos como si el diablo se acercara a él.
Arlecchino pone su mano en el hombro de Freminet y susurra en su oído.

—Solo es un poco tonto pero es alguien realmente fuerte con agallas, me agrada, tienes buen ojo cariño. — Dice Arlecchino para acto seguido despedirse como si nada de Gaming y seguir su camino.

Freminet se queda paralizado por un momento hasta que Gaming se acerca.

—Estas bien, quien era ella?
—Oh e-ella es padre...

—Padre? Acaso no era mujer?—Pregunta Gaming poniendo una expresiPreguntaón inocente la cual hace reír a Freminet.

—Si es mujer solo que prefieremos decirle padre, olvida eso ¿Que hablabas con ella?

—De la nada se me acercó y me dijo que había escuchado mucho de mi y de mi trabajo así que me daría una buena recompensa si llevaba unas mercancías de los fatui, pero la rechaze.

—¡¿Que hiciste que?!—Pregunta Freminet sorprendido.
—Bueno no me quiero imaginar que mercancía podrían tener así que es mejor rechazarlos. ¡N-No que tú 'padre' sea mala persona s-solo que ya sabes es de los fatui!

—Si lo entiendo, ahora todo tiene sentido sobre lo q me susurro ella..Eres un tonto.

—Eso te dijo ¡pero si soy una lindura!—Dice Gaming indignado haciendo reir a Freminet. — Te vas, cierto?

De repente el aura se volvió tenso tan bipolarmente.

—Si...Padre vino hasta aquí solo para amenazarnos de que estábamos jugando mucho en esta ciudad.

Gaming se entristece un poco y es notorio en su rostro pero se anima de la nada y corre hacia sus compañeros entregándoles su trabajo y volviendo con Freminet para tomarle la mano y jalarlo hacia un camino.

—Para dónde vamos ahora?
—Tenemos pocas horas antes de que te vallas, así que tengo que asegurarme de que no te puedas ni sentar para que me recuerdes— Gaming guiña si ojo diciendo esto.

Rápidamente llegan a la casa de Gaming y este abre la puerta jalando a Freminet adentro y comenzando a besarlo.

Un instante, Dos mundos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora