Polos Opuestos || Jenna Ortega x Fem.

Capítulo 12 - Somos más parecidos de lo que crees.

— ¿Hermana? — Pierce abrió la puerta de la habitación, sin permiso.

Al entrar, vio a Charlie recargada en la pared. Parecía estar desconcentrada.

— Pierce.... — limpio rápido sus lágrimas.

— ¿Estás bien? — se acercó rápidamente, preocupada.

Su hermana no respondió, simplemente comenzó a bajar hasta el piso, hasta sentarse. Tenía su mano derecha en su mejilla, del lado contrario.

—Charlie, ¿qué pasó? —preguntó suavemente, tratando de no presionar demasiado.

—Es papá... —murmuró Charlie, con la voz quebrada—. No puedo soportarlo más, Pierce. Todo lo que me ha hecho pasar, todas las expectativas, la presión... me siento tan... rota.  ¿Y ahora de la nada quiere estar conmigo?

Pierce la abrazó con fuerza, tratando de brindarle el consuelo que necesitaba.

—Lo siento mucho, Charlie. No mereces esto. Eres fuerte, pero no tienes que enfrentarlo sola. Estoy aquí para ti, siempre.

Charlie apoyó la cabeza en el hombro de Pierce, dejando que las lágrimas fluyeran libremente.

— No es tu culpa, ¿bien? Nada de esto es tú culpa. — la pequeña tomó la mano de su hermana.

— Dijo que nunca sería realmente feliz... — pasó sus dedos por sus ojos, limpiando sus lágrimas. — Comienzo a creer que tiene razón. Digo, mi vida en consiste en joder la vida de otras personas para sentirme bien, así mismo como el lo hace conmigo.

— Todo estará bien. — colocó su mano en la mejilla de la otra. — Y si te hace sentir mejor, papá me contó que su padre era igual. Así que ahora tú tienes algo con que molestarlo.

Charlie miró a su hermana y recordó las palabras de su padre.

"Somos más parecidos de lo que crees."

Charlie la miró, sorprendida y conmovida por sus palabras.

— Sabes, antes quería ser como tú. — la señaló. — Pero ahora quiero tu fuerza.

—¿Mi fuerza? —

— Sí — asintió Pierce. — Siempre has enfrentado todo con tanta valentía, incluso cuando papá era tan duro contigo. Admiro eso en ti. Yo no sé si podría soportar todo el dolor que has soportado toda tu vida.

Charlie sintió un nudo en la garganta, pero esta vez no era solo de dolor, sino de reconocimiento y gratitud.

— Gracias, Pierce. Eso significa mucho para mí. —

Pierce sonrió y la abrazó con fuerza.

—No tienes que enfrentar esto sola, Charlie. Estamos juntas en esto. Y sé que, con el tiempo, vamos a encontrar una manera de ser felices, sin importar lo que papá diga o haga.

Charlie se aferró a su hermana, sintiendo una chispa de esperanza. Con Pierce a su lado, sabía que podría encontrar la fuerza para seguir adelante y, tal vez, algún día, encontrar la felicidad que tanto anhelaba.

— ¿Me llevas a Starbucks? — preguntó Pierce sonriendo.

— Veo que es tu nuevo lugar favorito. — devolvió la sonrisa.