Temporada 2 / Capítulo 10 - No corras.

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Charlie subió las escaleras con lentitud, el silencio de la casa le pesaba. Cuando llegó a la habitación de Madi, se detuvo en la puerta, observando el lugar vacío con una profunda tristeza.

Las paredes, una vez llenas de dibujos y juguetes, ahora parecían vacías y frías. Charlie se acercó lentamente a la cama de Madi y se dejó caer en ella, sintiendo el peso de la ausencia de su familia. Con las lágrimas en los ojos, miró alrededor, intentando aferrarse a los recuerdos felices que ese espacio solía tener.

Charlie se quedó acostada en la cama de Madi, abrazando una almohada con fuerza. El dolor y la culpa la inundaban mientras contemplaba los juguetes y los dibujos en las paredes. Cada rincón de la habitación le recordaba a sus hijas y a lo que había perdido.

Con un suspiro tembloroso, se levantó y caminó hacía la ventana. Miró hacía el exterior, tratando de encontrar algún consuelo en el paisaje familiar que solía ser tan reconfortante. Las lágrimas continuaron fluyendo mientras pensaba en cómo reconstruir su vida y recuperar a su familia.

Charlie tomó el teléfono con manos temblorosas y grabó un mensaje de voz para Jenna. Con la voz entrecortada y cargada de emoción, dijo:

— Jenna, sé que esto no es suficiente para arreglar las cosas, pero necesito que sepas cuánto lamento todo. Me duele profundamente lo que hice y cómo todo ha terminado. No hay palabras para expresar lo arrepentida que estoy. Solo quiero que sepas que te extraño y que estoy aquí, dispuesta a hacer lo que sea necesario para enmendar mis errores. Te necesito, y necesito que hablemos. Espero que puedas encontrar en tu corazón el perdón para mí.  —

Al terminar el mensaje, Charlie colgó, esperando ansiosamente una respuesta que pudiera ayudar a sanar las heridas que había causado.

Charlie envió un mensaje a su padre antes de quedarse dormida, pidiéndole que la cubriera en el trabajo. A pesar del mensaje, el cansancio la venció, y se quedó dormida con el teléfono en la mano.

Al despertar, con el sol ya alto, Charlie se sintió algo aliviada al ver que su padre había recibido el mensaje y estaba dispuesto a ayudarla. Sin embargo, la realidad de la situación y la incertidumbre sobre cómo proceder con Jenna y sus hijas aún pesaban sobre ella.

1 semana después, Charlie estaba de pie afuera de un bar, esperando a Pierce. El frío de la noche hacía que su aliento se viera en el aire. De repente, vio a un chico que estaba acosando a Pierce, y sin pensarlo, Charlie se acercó rápidamente y lo apartó.

— ¿Qué te pasa, imbecil? — Charlie dijo con furia, enfrentando al chico que había estado molestando a Pierce.


— ¿Y tú quién eres? — preguntó aquel.

— Soy su hermana, así que aléjate de ella. —

— Char.... vámonos... — Pierce tomó del brazo a su hermana.

El acosador en un momento de furia, la golpeó. Charlie reponiéndose rápidamente del golpe, lanzó un puñetazo de vuelta, conectando con la mandíbula del acosador. La pelea se intensificó y, aunque Charlie logró defenderse, la situación pronto se volvió caótica.

Pierce intentó intervenir, pero el desorden llamó la atención de otros clientes del bar. Algunos de ellos intentaron separarlos, mientras que otros se acercaron para ver qué pasaba.

Finalmente, se escucharon sirenas de policía a lo lejos. Charlie, con el rostro enrojecido y dolorido, miró a
Pierce, quien se había alejado de la multitud y estaba tratando de calmar la situación.

Polos Opuestos || Jenna Ortega x Fem.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora