Polos Opuestos || Jenna Ortega x Fem.

Capítulo 22 - La oscuridad y la luz.

Días después, las cosas habían cambiado considerablemente. La relación entre Jenna y Charlie comenzó a mejorar notablemente, algo que no pasó desapercibido para los demás, aunque ellas mismas aún no lo reconocían completamente. Jenna se dio cuenta de que se había enamorado de Charlie, una realidad que la sorprendía cada día más. Por su parte, Charlie notaba que algo en su vida había cambiado desde que comenzó a interactuar más con Jenna, pero aún le resultaba difícil identificar exactamente qué era.

Era de noche y la luna iluminaba tenuemente el camino hacía la habitación. Jenna caminaba lentamente, con la mente ocupada en sus pensamientos. Al llegar, notó que Charlie estaba sentada en el borde de la cama, con la mirada perdida en el suelo. Su expresión mostraba una tristeza profunda, como si estuviera sumida en una introspección dolorosa.

Charlie estaba atrapada en un mar de recuerdos y reflexiones, cuestionando sus decisiones pasadas y sintiéndose abrumada por el peso de sus acciones y las expectativas que la habían seguido toda su vida. El silencio de la noche acentuaba su melancolía y hacía que cada pensamiento se sintiera más pesado y real. Jenna, al ver a Charlie en ese estado, sintió una mezcla de preocupación y empatía, preguntándose cómo podía ayudar a aliviar ese dolor.

— ¿Estás bien? — preguntó Jenna, mientras se sentaba a su lado.

Charlie levantó la vista, sorprendida por la presencia de Jenna a su lado. Su expresión se suavizó un poco al ver la preocupación en el rostro de la chica.

— No estoy segura. — dijo Charlie con voz temblorosa. — Solo estoy... tratando de entender muchas cosas.

Jenna miró a Charlie con empatía, notando la carga emocional que parecía llevar.

— A veces, hablar sobre lo que te preocupa puede ayudar. ¿Quieres compartir lo que te está molestando? — ofreció Jenna, tratando de ser un apoyo en ese momento vulnerable.

— Es solo mi padre.... — bajo su mirada. — Hace un par de semanas, me pidió que fuéramos unidos, por el bien de la familia. — frunció el ceño, mientras Jenna la miraba atenta. — Yo.... no acepte, no por el momento, creía que solo quería jugar de nuevo conmigo.

Jenna puso su mano en la pierna de la otra, mostrándole su apoyo.

— Cuando le conté a Jade, ella se molestó demasiado, dijo que era más fácil de lo que parecía, que puede tener todo lo que siempre desee. Pero realmente no es tan fácil, el arruino mi infancia, mi vida. ¿Cómo se supone que lo perdone tan rápido? — negó con la cabeza, sus ojos se cristalizaron un poco.

— No tienes que perdonarlo si no estás lista para hacerlo. — dijo Jenna con calma, su mano aún en la pierna de Charlie. — Es un proceso, y es válido tomarse el tiempo que necesites. A veces, el perdón no es solo por la otra persona, sino también para encontrar paz dentro de ti misma.

Charlie se quedó en silencio, asimilando las palabras de Jenna. La comprensión y el apoyo que estaba recibiendo le daban un pequeño consuelo en medio de su confusión emocional.

— El esta dejando un gran peso sobre mis hombros. — comentó y Jenna ladeó su cabeza tratando de entenderla. — Pronto seré le heredera de todo lo que el tiene, empresas, dinero, papeles, todo. —

— ¿No quieres serlo? — Jenna la miró.

— Ser una heredera no es cosa fácil. ¿Y si no es lo que quiero ser? — Charlie la miró, aquella tenía las cejas levemente fruncidas, aun que esta vez mostraban más dolor que enojo. — Y si quiero ser la niña rara que le gusta la astronomía.