18 - Te amo

203 14 8
                                    




                               Altagracia Sandoval


Nos paramos uno frente al otro y el silencio se hizo presente, tuve la sensación de que teníamos tanto que hablar y las palabras simplemente no salían. Por lo menos era lo que me estaba pasando en este momento, pasé todo el camino hasta acá pensando en todo lo que le iba a decir y en todo lo que quería que me contestara, pero todo el mundo sabe que esas cosas nunca funcionan, las palabras siempre se nos escapan cuando estamos frente al que amamos. Yo nunca me consideré una persona cobarde, ya enfrenté muchas cosas, pasé por todo el tipo de sufrimiento, entonces ¿porque el miedo me paralizaba ahora?, realmente era una actitud irracional, obviamente era irracional, yo era irracional, y por eso tengo que hablar algo y no quedarme aquí como pendeja.

Mi mente estaba concluyendo ese pensamiento cuando lo escucho decir

-        ¿Quieres sentarte?

-        ¿Perdón? – Pregunto perdida, mi mente un torbellino y el preguntándome si quiero sentarme, por dios

Me mira confundido e intenta repetir

-        Pregunté si quieres sent....

-        Lo entendí perfectamente José Luis – Lo interrumpo ¿Cómo se atreve a estar tan tranquilo?

Se queda más confundido todavía y me doy cuenta de que después de lo que vio, la que iba a tener que empezar seria yo, así que decido armarme de valor.

-        A ver, voy a hablar de una vez antes que pierda el valor. – respiro profundo y sigo – para empezar, yo sé que estuviste en mi casa, que viste a León salir y probablemente pensaste cosas que no son.

-        Altag.... – Intenta hablar, pero lo interrumpo

-        Déjame hablar, por favor – Delante de mi tono, se calla y resuelvo hablarlo de una vez – Mira, yo me imagino que mal interpretaste todo, pero no es solo por eso que vine. Vine porque desde que decidí esperar a que me buscaras, estaba ansiando para que lo hicieras, me muria de ganas de buscarte, pero mi orgullo no me dejó, y en el fondo sabía que eras tu quien tenia que dar el siguiente paso, como lo hiciste. Así que estoy aquí para decirte que ya no tengo nada que ver con León, que si me necesita voy a tratar de ayudarlo, como lo hice hoy, porque conozco su dolor, pero no quiero nada con él. – Me acerco y veo que se tensa, le acaricio la majilla y cierra los ojos – Yo te quiero a ti José Luis – Digo y veo que respira profundo, pero no abre los ojos – Mírame – Le pido y cuando lo hace, le vuelvo a decir – Te quiero a ti, y a pesar de todos los problemas que tuvimos, yo te quiero a ti. Me conoces, y sabes perfectamente que no estaría aquí diciéndote esto si no fuera cierto, así que estoy aquí, declarándome, y pidiéndote que tratemos de entendernos, por nosotros.

Me mira y veo el mundo entero en sus ojos, solo con mirarlo siento que me quiere, y que podemos lograrlo, pero ahora que ya hice mi parte, lo dejo todo a él. Veo como sus ojos me miran fijamente y parece que el tiempo se para, él toma su tiempo hasta que me dice.

-        Altagracia – acaricia mis mejillas y me inclino hacia su caricia, me sonríe – yo fui hasta tu casa porque ya no podía vivir sin ti, me di cuenta de que estaba perdiéndote por terco, y eso ya no lo podría permitir. Fui a decirte que te quiero, y que quiero quedarme contigo, a pesar de todo, quiero hacer parte de tu vida, y conocer mejor a tu hija, porque sé que es todo para ti – con eso sonreímos juntos y hice todo el esfuerzo para no derramar las lágrimas que querían salir – quiero todo, todo contigo.

-        Yo también José Luis, yo también – Y casi sin dejarme terminar de hablar, me besó, y sentí que después de todo lo que estaba pasando, mi vida por fin podría empezar de nuevo.



La Doña - el reencuentro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora