CAPÍTULO 5

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T/N MONTEMAYOR.

- ¿A dónde vas? - pregunta, Cesar. Mientras subo de nuevo por las escaleras, luego de asegurarme que Gia Matteo se fue de mi casa.

- ¡A dormir con Ted! Él no se deja manosear por zorras - le gruño - Y por cierto, podrías ser más considerado con tu esposa embarazada.

- ¿Considerado? Pero... - balbucea - ¿A qué te refieres, T/n?

Pero no me detengo y sigo subiendo las escaleras. Escucho sus pasos detrás de mí y me apresuro a entrar a la habitación de Ted.

- ¿T/n? - dice desde la puerta - Este asunto con Gia es un malentendido, yo solo te quiero a ti.

- Lo sé, es solo que esa mujer es odiosa. Sé que es la mejor, por eso está aquí, pero tiene que respetarme porque no estoy dispuesta a aguantarla.

- Por supuesto, nena. Y si no te sientes a gusto con ella encargándose de la remodelación, traeremos a alguien más.

- Gracias, Cesar.

- Ahora ven conmigo a la cama porque te extrañé.

- Señor Parra, ¿Está tratando de seducirme? - contesto con voz coqueta.

- Siempre, señora Parra - tomo la mano que mi esposo me ofrece y me levanto de la cama para bajar con él las escaleras.

- Por cierto - dice cuando pasamos por la sala - Mañana tienes cita con la doctora Greene. Paso por ti a la editorial.

- Me parece bien, estaré lista después de la reunión con...Gia.

- ¿Te vas a reunir con ella? ¿En la editorial?

- Sí, no la quiero aquí rondando a mi esposo - lo miro con el ceño fruncido, mientras él arquea sus cejas sorprendido.

Caminamos juntos hasta el baño para tomar una deliciosa ducha juntos.

Tengo que admitir que me encanta mimarlo y lavar su cabello, pasar la esponja por su espalda, su torso, su abdomen...mi guapo esposo.

- ¿Cesar? - jala la toalla para ponérsela en la cintura y me envuelve a mí en la otra.

- Quiero hacer ejercicio, como tú. Bueno, no ejercicio intenso, pero me gustaría salir a correr por la ciudad.

- ¿Por qué?

- Porque necesito condición física.

- ¿Por qué no usas las caminadoras del gimnasio que está en el sótano?

- No quiero, señor Parra. Voy a salir a correr.

- T/n...

- Tengo dos guardaespaldas, ellos irán conmigo.

- Es peligroso.

- ¡Claro que no! Coronel está muerto y Elizabeth sigue en prisión, ¿Por qué habría de estar en peligro?

- ¿Podemos hablarlo con calma mañana?

- No.

- T/n - me gruñe.

- ¡No!

- ¡Necia!

- ¡No! - y si cree que estoy bromeando, se equivoca.

Por eso a la mañana siguiente, mientras él sale a correr, yo me levanto y me pongo unas mallas negras deportivas y una sudadera ligera.

Tomo mi móvil, los audífonos, me pongo los tenis y voy hasta la sala. Apenas voy a tocar la manija de la puerta, cuando la puerta metálica se abre.

Historia de amor 2 (T/n Montemayor y Cesar Parra)♥️🫶🏻✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora