CAPÍTULO 4

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T/N MONTEMAYOR.

- ¿Segura que quieres volver? ¡Aún es temprano!

- Lo sé, Andrea. Pero estoy cansada. Y como no puedo tomar una copa de vino para relajarme, me conformo con un baño en la tina.

- Ya hablas como mi primo - se ríe - ¿Qué sigue? ¿Tú dando órdenes?

- Tal vez lo haga - sonrío.

Salimos del restaurante y la suv ya está estacionada en la acera. Sawyer y Dixon nos miran con expresión seria.

- ¿Qué hacen aquí? ¿Dónde está, Leo?

- Regresó a Phoenix Publishing, señora Parra.

- ¿Y tú? - señalo a Sawyer - ¿No deberías estar en Parra Phoenix Automotriz?

- Fui reasignado, señora - ruedo los ojos.

Gracias, Cesar. Ahora tendré dos niñeros. Andrea y Lilian se acercan a abrazarme y hace una seña hacia su auto.

- Me voy, aquel es mi chofer - señala hacia un auto negro y un hombre de traje oscuro.

Si conozco a mi esposo bien, ese hombre es más que un simple conductor.

- ¿Ex agente de la CIA? ¿El FBI? ¿La DEA?

- ¿De qué hablas? Juro que suenas como mi primo.

- De la CIA, señora Parra - contesta Sawyer.

Andrea suelta un bufido de fastidio y se aleja de nosotros hacia su auto. Yo hago lo mismo con mis acompañantes.

Cuando llegamos a la casa, voy directo a tomarme un baño caliente con esencia de lavanda, mientras Gail prepara la cena.

- ¿Aún no llega, Cesar?

- No, señora Parra - hago una mueca.

- Qué extraño suena eso de señora...no me acostumbro.

- Lo harás - Gail guiña un ojo y me alejo.

De verdad espero que la nueva casa esté lista para antes de que llegue el bebé. No me imagino dormir en la habitación de abajo y que mi vidita tenga su habitación en el piso de arriba.

¡Menos junto al cuarto de tortura! Aún no tengo idea sobre qué hacer con ese lugar, pero me causa curiosidad. Tal vez debería echar otro vistazo antes de formarme una opinión.

Comienzo a subir las escaleras cuando la puerta se escucha. Cesar y Torres entran llevando un enorme peluche y una caja.

- Señora Parra, venga aquí.

- Oh, ¿Qué me trajiste? - digo emocionada.

- Regalos para el bebé - sonríe - ¿Te gusta?

Deja en mis brazos un enorme oso de peluche que es casi de mi tamaño. Cesar sonríe divertido.

- Esto podría hacerme compañía cuando salgas de viaje ¡Es tan suave! - la sonrisa de desvanecer dando paso a un ceño fruncido.

Le sonrió, mientras sostengo la cabeza del ojo para besarlo.

- Quieres dejar el maldito oso en paz - gruñe - No voy a sentir celos de un jodido juguete.

- ¿Seguro? - arqueo la ceja y Javier se ríe.

- Abre la caja de Ros y deja que Torres se lleve el oso.

- ¿De Ros? ¿Para mí? - tomo la caja de manos de Javier y la llevo a la sala.

Tiene un gran moño blanco que rápidamente deshago.

- ¡Oh, es tan lindo! - un pequeño perrito de peluche con un corazón al centro que reproduce melodías para niños.

Historia de amor 2 (T/n Montemayor y Cesar Parra)♥️🫶🏻✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora