CAPÍTULO 20

451 37 4
                                    

T/N MONTEMAYOR.

Desearía haber disfrutado un poco más mi estancia en Tucson, pero este asunto de la demanda no me deja pensar en nada más.

A primera hora del domingo, Sawyer nos lleva de vuelta a Phoenix y unas cuadras antes de llegar, nos avisa que una camioneta fue puesta en la salida del garaje para impedir nuestra entrada. De esa forma tendríamos que bajar justo frente a los reporteros.

- ¿Lista, nena?

- Sí, Cesar - su mano se aferra a la mía con más fuerza - Todo saldrá bien, déjamelo a mí.

- No deberías hacer esto, no tendrías por qué involucrarte.

- Estoy involucrada porque fui yo la afectada, porque tú eres mi esposo y voy a defenderte siempre, aunque no lo necesites - voltea a verme y una pequeña sonrisa se estira en sus labios.

Aferra de nuevo mi mano y la levanta para besar el dorso de ella.

- Es hora, ya llegamos - respiro hondo y trato de sonreír, pero tenemos que parecer algo incómodos por el bloqueo hasta que Sawyer nos da la indicación de salir.

Dixon y Baker aparecen en la entrada de la casa para escoltarnos.

Cesar abre la puerta del Audi y baja, sostiene la puerta para mí y me deslizo con cuidado hacia afuera. Los flashes y las voces me aturden ligeramente.

- ¡Señor Parra! ¡Señor Parra! - llaman a Cesar - ¡Unas palabras, por favor! ¡Señor Parra!

Mi esposo presiona los labios, mantiene sus ojos en mí, pero yo puedo ver la incomodidad que le produce esta situación. Cuando mis pies tocan la acera, empujo un poquito mi pancita hacia afuera.

- ¡Señor Parra! ¿Qué opina de la demanda? ¿Lo que dice Octavio Betancourt es cierto? ¡Señor Parra!

Cesar toma mi mano y me lleva con cuidado, pasos lentos para facilitar que la prensa nos aborde y yo pueda aclarar este asunto.

- ¡Señora Parra! ¿Está bien?

El reportero pregunta y me detengo para mirarlo. En ese instante, el resto de los reporteros guarda silencio.

- Me gustaría estarlo, pero estoy muy preocupada por esta situación.

Apoyo mi mano sobre mi vientre redondo para que se note debajo del abrigo y sonrió con timidez hacia el chico.

- Lamento mucho molestarla, señora Parra - dice de nuevo el reportero - ¿Usted estaba trabajando con el señor Betancourt?

- Sí, así es. Como sabrán, ayudé a publicar el libro del señor Betancourt y mi labor termina ahí, pero él insistió en que yo formara parte del equipo de publicidad.

Algunos jadeos de sorpresa se escuchan, solo algunos flashes interrumpen el silencio, luego una chica habla.

- Señora Parra ¿Qué fue lo que ocurrió exactamente?

- Oh, bueno, no es algo que quiera recordar - cierro los ojos con fuerza, pero cuando los abro, las lágrimas hacen borrosa mi visión - Ese hombre me ofendió, me faltó el respeto y trató de aprovecharse de mí.

Me suelto de la mano de Cesar, que permanece en silencio junto a mí y le pido que me ayude a sacarme el saco. Bebé Parra también quiere ayudar y hoy mi vientre se ve enorme.

- Aquí - señalo la marca morada en mi brazo - Él me sujetó con fuerza para que no me fuera cuando comenzó a incomodarme.

- ¡Por Dios! - chillan algunas voces.

Historia de amor 2 (T/n Montemayor y Cesar Parra)♥️🫶🏻✨️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora