Historia de amor 2 (T/n Montemayor y Cesar Parra)♥️🫶🏻✨️

FINAL. PARTE 1.

T/N MONTEMAYOR.

- Te ves preciosa, señora Parra - Cesar besa mi hombro descubierto antes de girar para acomodarse la corbata.

- Gracias, señor Parra. Ahora esfúmate porque tengo un evento qué supervisar.

- Como desees, llámame si necesitas algo.

- Por supuesto - cuando sale de la habitación, echo otro vistazo a mi vestido.

Ahora que tengo siete meses de embarazo, me resulta más cómodo llevar prendas sueltas que me permitan moverme.

Pero hoy es una ocasión especial y juré que iba a llevarlo a cabo sin ayuda...o casi.

Salgo de la habitación en el segundo piso y voy rápidamente a las escaleras. Los meseros van y vienen con bandejas por toda mi sala, llevando cubiertos al patio en donde se instalaron las mesas.

¡Nuestra primera fiesta en esta casa!

- Disculpe - detengo a un chico que pasa - ¿Andrea Parra llegó?

- Sí, señora, y el pastel ya se encuentra en su base.

- Excelente, gracias - las chicas de la florería llevan los últimos arreglos, así que las sigo hasta mi patio trasero para verificar también si la banda ya está instalada.

Cesar tuvo que contratar seguridad adicional para este día, así que muchos hombres de traje y micrófonos están desplegados por toda la propiedad. Incluso revisan la identidad de los invitados.

- ¿Todo bien? - Lilian apoya la mano sobre mi hombro, sacándome de mis pensamientos.

- ¡Hola! Sí, no los escuché llegar - ella y Carlos me sonríen, pero no hay tiempo para charlar.

Tomo la caja que dejé sobre la mesa de la entrada y se la entregó a Lilian.

- Acaban de traerlo, ella está en la habitación de invitados.

- Subiré a verla - se da la vuelta para ir a las escaleras.

- Ustedes, señores Parra. Venga conmigo al estudio - tomo el brazo de mi cuñado y lo llevo por el pasillo hasta el estudio de Cesar, donde él y Torres esperan el momento de comenzar la ceremonia.

- Miren quiénes llegaron - canturreo cuando abro la puerta.

- Bastardo... - Christian asiente hacia Cesar, luego a Torres - Traidor.

- ¡Christian! - golpeo su brazo - ¿Por qué lo llamas traidor?

- ¿No es obvio, pequeña? Está viendo nuestro sufrimiento y se lanza de cabeza a hacer lo mismo. Para mí que tu marido es mala influencia.

- ¿Perdón? Él quiere hacer esto porque la ama, punto. No es ningún tonto chico inmaduro pidiendo de rodillas que a su novia le baje el periodo. Así que cierra la boca o me encargaré de que Vanessa te haga sufrir.

- Sí, señora - arrastra los pies dentro del estudio y se deja caer en el sofá.

No entendí por qué razón, Torres les pidió a Christian y Carlos que fueran sus padrinos, pensé que se lo pediría a Cesar.

Pero luego Gail le pidió a mi esposo que la entregara este día y ahí lo entendí. Y lo confirmé cuando Javier me pidió que lo acompañara hasta el altar.

Por lo que sé, Gail solo tiene a su hermana y Javier está divorciado hace tiempo. Tiene una hija pequeña a la que ve muy poco, fuera de eso no tiene más familia.

Y ahora ruego que Christian y su bocotá no lo arruinen. Cierro la puerta y voy de nuevo al patio trasero para asegurarme que los invitados ya estén en sus lugares. Ramón, Paola y Luna están al frente de las sillas con el reverendo March, que va a oficiar la ceremonia.

- ¿Todo listo? - pregunta Andrea acercándose a mí.

- Sí. Gracias por hacer el pastel.

- Es un placer, ¿Ya podemos empezar la ceremonia?

- Ya es la hora - miro el reloj en mi muñeca - Voy a llamar a todos, avisa a la banda que esperen mi señal - voy de nuevo al estudio de mi esposo y abro la puerta sin avisar.

Por alguna razón, Cesar sostiene el cuello de Christian entre sus brazos como si estuviera aplicando alguna llave de la lucha libre. Y Carlos intentándolo separar de su hermano mayor.

- No quiero saberlo - les gruño - Christian, ve por tu esposa. Cesar espera por Gail afuera de la habitación, mientras me quedo con Javier.

Primero salen Christian y Vanessa, luego Carlos y Lilian, luego Javier y yo, y a la final Gail.

Los tres me miran, no se mueven ni intentan salir de la habitación. ¿Qué rayos están esperando?

- ¡Ahora! - les grito de nuevo.

Christian da un saltito y sale de la habitación, seguido de mi esposo y de Carlos. Javier vuelve a acomodarse la corbata y la pequeña flor en su solapa.

- ¿Nervioso?

- Sí, señora Parra.

- Vamos, Javier. Llámame T/n. Somos amigos, lo sabes.

- ¿Fernando está aquí?

- Aún no, pero no debe tardar, él siempre llega elegantemente tarde.

- Bien - paso mi brazo por el suyo y salimos del estudio hasta la sala.

Vanessa, Christian, Carlos y Lilian están ahí, así que volvemos a repasar la salida y la música que debería sonar en cada ocasión. Desde la puerta del patio le hago una seña a la banda para que comiencen a tocar.

Los invitados se ponen de pie con los primeros acordes, dando paso a Vanessa, Christian, Carlos y Lilian. Cuando se han situado en sus lugares, es mi turno de salir con Javier.

Sus pasos son rígidos, pero ni sé si es por los nervios o es su estilo militar. Se sonroja ligeramente cuando los invitados lo miran, pero le doy un apretón en el brazo para que siga caminando.

- Muchas felicidades, Javier - le digo cuando llegamos a su puesto.

- Gracias, T/n - me da un abrazo rápido y se coloca en su lugar con Christian y Carlos.

Un momento de silencio indica que sigue la novia, la música suave anuncia su entrada.

Cesar y su perfecto smokig negro aparecen, haciendo contraste con el vestido blanco de Gail. La tela es suave, pero se ajusta perfectamente a su cuerpo y distingo el tono rojizo en sus mejillas.

Mi esposo la entrega a Javier, intercambian algunas palabras y luego viene a sentarse a mi lado. Ahora no somos más que espectadores de esta bella ceremonia.

Cuando pronuncian las palabras Marido y Mujer, suspiro de alivio. ¡Se casaron! ¡Christian no lo arruinó!

Ahora podemos disfrutar con tranquilidad de la recepción, los bailes y la música en vivo. ¿Qué podría salir mal ahora?

- ¡Atención! - Christian golpea sus cubiertos contra la bandeja de un mesero - ¡Voy a hablar!

Mierda.