Capitulo 2

519 102 10
                                    

"Obsérvame"

No dejaba de sentir como mis manos sudaban descontrolada mente al pasar de los minutos, todos habíamos terminado ya de cenar, ahora solo nos quedaban hablar entre nosotros, pero yo no me atrevía ni siquiera a dialogar un poco con ningún presente.

Sentía que no encajaba de ninguna manera aquí, todos hablaban de negocios, tratos, paloteaban de lo que fuese, pero yo simplemente no podía cohabitar. Ni siquiera un poco.

-¿Y a qué te dedicas ahora? ¿Siempre si tomaste tus cursos? —La pregunta de Don Joaquín me sacó de mis pensamientos, me gire a verlo sintiendo como una mirada estaba clavada en mi, podía imaginarme de quién era por lo tanto decidí no voltear. Y solo mantener mi vista en Don Joaquín.

-Si, fui sobrecargo por unos años, actualmente llevo unos meses en la aduana del aeropuerto— respondí sonriendo forzosamente, todos estaban prestando atención a lo que salía de mi boca, y cuando digo todos, son todos los presentes.

-¿Y eso? ¿No te gustó? —Cuestionó Ismael uniéndose al interrogatorio de Joaquín hacia a mí, mordí mi labio inferior tratando de ocultar mi nerviosismo y saber cómo limitarme a responder las posibles preguntas que se vendrían.

-Si me gustó mucho —dije— pero era muy cansado, viajar y viajar sin parar— tragué hondo deseando que las indagaciones no continuaran, pero mi padre puso de pies arriba la situación.

-Aparte que su noviesito dejó de ser el piloto, para pasar a ser tutor en Europa — Comentó mientras le daba un sorbo a su bebida esquivando mi mirada fulminante, deseaba no estar aquí y no tener que dar explicaciones. Maldecí a mis adentros y suspire pesadamente.
Levante mi mirada y nuevamente me encontré con la de él, Iván estaba con el semblante serio, en cuanto se percató de que lo estaba viendo desvió su mirada fingiendo desinterés. No cambias.

-A si que tu novio es un piloto —Dijo Don Joaquín recalcando la información obtenida gracias a mi padre,— deberías traerlo algún día, veremos si es más bueno que yo — dijo entre risas ante los presentes, yo solo asentí sonriendo a medias y le di un sorbo a mi vaso con agua.

-Si, algún dije —dije sin más—con permiso ya vengo —recité mientras me ponía de pie sintiendo las miradas puestas en mi, restándole importancia comencé a caminar en busca de los baños.

Llegando al baño me apresuré en dejar escapar un suspiro, me sentía asfixiada con la situación, de verdad no debí venir. Del bolso saqué mi celular desbloqueando la pantalla rápidamente un poco desconcertada al no haber recibido respuesta de Leonel ante mi mensaje. Entre a mensajería y fui directo a nuestro chat, ni siquiera lo había leído, es raro, casi siempre me contesta al instante.

Me anticipé a llamarlo, tal vez esto debíamos hablarlo mas directamente y no solo por un mensaje. Mi ceño se frunció al no obtener respuesta, hice un segundo intento y recibí la misma respuesta. Desvié mi vista a un punto ciego pensando que podría estar pasando, ¿se habrá molestado?

Bloquee la pantalla de mi teléfono y nuevamente lo metí al pequeño bolso, acomodé mi pelaje y salí del baño. Caminé por el mismo sendero, pero al momento de apreciar otro pasillo con extraña dirección decidí recorrerlo.

Llegue hasta un pequeño balancín vista al centro de donde nos encontrábamos, había mucho movimiento, gente iba y venía, los autos pasaban una y otra vez.

PERFUME A CELOS •IAG•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora