Capítulo 10

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MARATÓN (3/3)

Llegué a casa de Julia a las nueve de la mañana. Ella ya podía levantarse de la cama, el cuerpo cortado había desaparecido. Le ayudé con algunas tareas del hogar y terminando volvimos a nuestras platicas habituales.

—Julia traigo mi portátil. Me gustaría que leyeras un fragmento de mi libro y me dieras tu opinión de él.
—Por supuesto mi niña, por ti haría cualquier cosa.

Le tendi la computadora y leyó el primer y segundo capítulo.

—¡Es maravillosa, Anne!
—Muchas gracias, oír eso de ti me hace sentir mejor.
—Deberías mandarla a alguna editorial.
—Lo eh pensado varias veces pero al final no me animo.
—Anne no desaproveches tu talento. Empieza a hacer lo que realmente amas.
—Pues una muy buena amiga de mi madre trabaja en una editorial, tal vez nos pueda ayudar.
—Llamala ahora mismo.

Me dio el teléfono y busque el número de Gemma en mi agenda.

—¿Hola?
—Gemma, hola. Habla Anne, la hija de Lucia.
—Anne, que alegría saber de ti. ¿Cómo has estado?
—Pues sobrevivo —Bromeé no del todo—. ¿Y tú?
—Creo que igual —Rió—. Dime ¿que puedo hacer por ti?
—¿Aún trabajas en la editorial?...

Después de diez minutos hablando con Gemma llegamos a un acuerdo. Le enviaría el documento con mi libro por correo y mañana o el sábado me diría que habría decidido la editorial. Julia me felicitó por mi valentía y justo en ese momento llegaron Diana, Keyla y Madison pero no les comentamos nada.

A las ocho me despedí de Julia ya que su esposo ya se encontraba en casa. Recorrí el corto caminó hacia mi casa y todavía no oscurecía del todo. Vi una silueta en las escaleras que daban a la puerta y me asuste un poco, así que recogí una gran piedra que se encontraba en la acera y me acerqué con cautela. Encontré a Newman con la mirada fija en el suelo.

—¿Qué haces en mi casa?
—En teoría no estoy en tu casa.
—Largate o le diré a mi padre.
—Eso no será posible.
—¿Por qué lo dices?
—Por qué tu padre está en el hospital.
—¿Pero que estupidez estás diciendo? No vuelvas a mentir con algo tan serio.
—No es juego pero si no me crees averigualo por ti misma, entra y verás que no hay nadie.

Corrí hacía la puerta y abrí rápido. Subí a la habitación de mi padre pero no estaba por ningún lado. Regresé con Newman llorando y pregunté desesperada...

—¿Qué fue lo que paso? ¿En qué hospital está?
—Al parecer le dio un ataque y lo llevaron al hospital central.
—Pero ¿por qué nadie me aviso?, ¿cómo lo supiste tú?
—Trataron de marcarte pero decía que no estabas disponible y me llamaron a mí.

Revisé mi celular y se le había acabado la batería.

—¿Hace cuánto fue eso?
—Hace como una hora o dos.

Entré de nuevo a la casa y John me siguió, tome el teléfono pero me lo quitó de las manos.

—¿Qué haces?
—Llamo a un taxi, ¿qué más iba a hacer?
—Yo te llevaré.
—Te agradezco que hayas venido a notificarme pero ya no necesito más de tu persona.
—¡Anne tu padre está en el hospital! Deja de comportarte como una niña y sube al maldito automóvil de una vez.

Tenía razón y por primera vez me sentí intimidada por él e hice lo que me pidio. Subí a su auto y condujo hasta el hospital. Durante el trayecto miraba por la ventana angustiada. No sabía como estaba mi padre y eso me destrozaba.
Llegamos al hospital y bajé rápidamente del auto, entré corriendo y fui a recepción.

—Buenas noches señorita necesito saber el estado de mi padre el señor Robert Clarkson.
—El señor Clarkson se encuentra algo delicado, por favor espere por más noticias del doctor en el piso cuatro, afuera de la habitación treinta y cuatro, que es donde se encuentra su padre.
—Gracias.

Llamé el ascensor y no tardó en bajar, entré en él y John detrás de mí. Cuando las puertas se cerraron me puse de frente a él.

—Gracias —Dije sin más.
—No es nada, no podía dejarte sin saberlo.
—Y lamento mi comportamiento de hace un...

Me calló con un beso, fue algo sorpresivo pero realmente lo necesitaba.

—Tu disculpame por ser un cretino y comportarme de tan cortante a la vez.
—John, no es tan sencillo...

Las puertas del elevador abrieron y salí en dirección a la habitación treinta y cuatro. Me senté un una silla de una hilera que se encontraba junto a la puerta y John se sentó junto a mi.

—¿Familiares del señor Clarkson? —Preguntó un doctor de unos cuarenta años aproximadamente y me levanté de mi asiento.
—Sí, soy su hija.
—Señorita Clarkson su padre ha sufrido un ataque debido al estrés además de que tiene la presión alta. No es nada grave —Agradecí por eso—. Pero necesitará reposo por quince días y mantener una dieta sin mucha azúcar. Mañana en la mañana podrá darse de alta.
—Muchas gracias doctor.
—No es nada, con su permiso.

El doctor se fue y abracé aliviada a John.

—Lo ves, todo saldrá bien, Anne. Mañana podra ir a casa.
—Es un verdadero alivio, no quería perderlo al igual que a mi madre.
—Eso no pasará —Dijo levantando mi rostro y sosteniendo mi barbilla—. ¿Quieres que te lleve a tu casa?
—No gracias, me quedaré.
—Entonces me quedaré contigo.
—No hace falta, mañana le diré a alguien que nos lleve. Además tienes que trabajar.
—Regreso hasta el lunes —Olvidé que estaba de "vacaciones".
—Gracias.
—Creo que ya son suficientes.

Reí nerviosa y volví a sentarme.

—¿Y Steven?

Mierda, ¿Para qué preguntar por él?

—Pues está bien, quedamos de cenar la próxima semana.
—Ya veo.

Me estaba metiendo en un gran problema del cual no sabría salir después pero no podía dejar que John tuviera pretextos para tratar de acercarse aún más a mí.

Holiis!!!
Hasta aquí el maratón. Espero les haya gustado. Solo cabe mencionar que me siento muy agradecida con tod@s y cada un@ de ustedes por su apoyo. He recibido muchos comentarios que realmente me han sacado una gran sonrisa, son simplemente increíbles.
Mañana nuevo capítulo.
¡¡L@s amo!!

Falso Seductor (John Newman) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora