Capítulo 12

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John tuvo que regresar antes al trabajo pero pareció no incomodarle, mientras que al esposo de Julia la noticia le encanto. El sábado como dijo Gemma recibí su llamada, el domingo me tenía que presentar en las oficinas de la editorial a las diez de la mañana. Por fin todo salía como debía hasta que...

—Steven —Dije sorprendida— ¿qué haces aquí?
—Necesito que me expliques algunas cosas.

¿A qué se refería? Acaso John... No, no creó que se atreviera a hablar con él.

—Claro, pasemos a la oficina de mi padre.

Entramos en la gran oficina y nos sentamos en el sofá que estaba a un lado del escritorio.

—Me eh enterado de ciertas cosas —Trague saliva algo temerosa—. ¿Cuando pensabas decírmelo?
—¿Decirte qué? —Mis nervios seguían aumentando.
—Sobre tu libro —Suspiré aliviada.
—Ahh, eso. Pues el miércoles recibí la noticia y mañana iré a ver portadas para él.
—Muchas felicidades —Me abrazó.
—Gracias, y ¿cómo te has enterado?
—Un buen amigo mio trabaja en aquella editorial, lo visite ayer y me platicó sobre nuevos proyectos y cuando mencionó tu nombre realmente me sorprendí.
—Wow —Fue lo único que pude decir.
—Por cierto,  disculpame por no haber contestado tu mensaje y lamento lo de tu padre, espero que se encuentre mejor.
—Sí, se encuentra mucho mejor, gracias por preguntar.
—La fiesta de mis tíos es el viernes, ¿crees poder acompañarme?
—Claro, cuenta conmigo.
—Perfecto, pasaré por ti a las ocho y media.
—Muy bien.
—Me tengo que ir, nos vemos el viernes.
—Te acompaño al ascensor.

Al salir de la oficina nos topamos con Newman.

—¡Steven! —Saludó— ¿Cómo te va?
—Señor Newman, muy bien, espero que a usted también.
—Vamos, no me llames señor, somos amigos, ¿no?
—Supongo —Dijo incómodo el pelirrojo.

Maldito William, estaba tratando de incomodarme y lo estaba logrando.

—¿Y a dónde va la parejita? —Alzó una ceja y no supe que responder.

En ese instante pensé que todo se vendría abajo pero a Steven no pareció incomodarle la pregunta del ojiverde.

—Yo me retiro, Anne solo me acompañaba. Hasta luego —Dijo besandome muy cerca de la comisura de los labios y sosteniendo una de mis mejillas—. Nos vemos el viernes.
—Adiós.

Subió al ascensor y se cerraron las puertas, vi a Newman con el rabillo del ojo y pude notar que estaba furioso. Como si no hubiera pasado nada empecé a caminar pero éste me detuvo.

—¿Pero qué fue eso?
—¿A qué te refieres? —Traté de contener una sonrisa burlona.
—Sabes muy bien a que me refiero.
—Ahh, ¿lo de hace unos momentos? Sólo me despedía de MI novio —Hice énfasis en el mi—. ¿Tiene algo de malo?
—Él no es tu novio.
—El beso de hace unos minutos no parecía de amigos, ¿o si?
—Michelle, deja de provocarme.
—¿Cómo sabes mi segundo nombre?
—Se varías cosas de ti.
—Eres un enfermo, alejate de mi.

Camine más rápido pero volvió a jalarme y esta vez entramos a una bodega que ni yo conocía y cabe mencionar que conocía bien el lugar desde pequeña ya que me gustaba jugar por todos lados.

—Abre la puerta, ahora.
—Y ¿si no lo hago? —Me sujetó fuertemente de los brazos.
—Te despido.
—Solo tu padre puede hacerlo y no creo que quiera.
—Newman estás loco.

Estaba a punto de besarme pero lo esquivé.

—No hagas esto más difícil.
—¡Sueltame!
—Shh... No querrás que todo el mundo se entere que estamos aquí.
—Sí, eso quiero para que de una vez por todas me dejes en paz.
—Anne, Anne, Anne —Dijo moviendo la cabeza.

Volvió ha acercarse y esta vez logró besarme. Por algunos momentos traté de apartarlo pero volví a caer rendida. No sabía que tenía aquel hombre pero me encantaba.
La bodega era bastante pequeña y nuestros cuerpos estaban demasiado juntos. Se separó y empezó a besar mi cuello, no se lo negué.

—Anne, ¿por qué no me detienes?
—Ahora eso no importa.

Empecé a desabrochar su saco para luego dar paso a su camisa. Mi mente estaba bloqueada.

“¿Qué mierda haces? Estás regresando a su juego y si continuas no podrás salir”.

Me regaño mi subconsciente y tenía razón pero no podía parar, necesitaba esto desde hace tanto.
John comenzó a levantar mi falda, que por primera vez me había atrevido a llevar, normalmente llevaba pantalones de vestir.

—John, te necesito ahora.
—¿Estás segura?
—Más que nunca.

Y pasó lo que me temía, me dejó como idiota. En su cara se dibujó una sonrisa burlona, se acomodó la playera y el saco y se alejó un poco de mí.

—Tal vez esto te demuestre cuanto me necesitas —Estabá a punto de abrir la puerta cuando dijo—. Seguro Evans nos espera así que no tardes.

Salió de la bodega dejandome como una verdadera estúpida. Mis ojos empezaron a llenarse de lágrimas, mis manos formaron puños de rabia de tal manera que mis nudillos estaban blancos.

“Te lo advertí” Se río mi subconsciente. Las lágrimas empezaron a brotar y golpeé una de las paredes causando que me lastimara la mano. Salí corriendo de la pequeña bodega hacia el parque, el esposo de Julia me comentó que ya se encontraba mejor y ansiaba verme.
La vi dándole de comer a los pájaros y corrí hasta llegar con ella, al ver que me acercaba y que lloraba se levantó y me abrazó.

—Anne —Sonaba preocupada—. ¿Qué paso ahora?
—Newman...

No pude continuar porque seguían apareciendo las lágrimas y se hacía un nudo en mi garganta.
Julia me acariciaba la cabeza y trataba de tranquilizarme, cuando por fin lo consiguió empecé.

—Estuve a punto de intimar con John.
—¡Dios mío! ¿Eso cuándo fue?
—Hace unos minutos.
—Pero... —Su cara mostraba terror—. ¿En qué pensabas?
—Eso fue lo que pasó, no estaba pensando.
—No paso nada ¿cierto?
—No, cuando todo empezó a suceder se detuvo y... me dejó sola en la bodega donde estábamos.
—Es un... No merece la pena decirlo. ¿Pero estas bien?
—Fisica y emocionalmente, no. Cuando salió golpeé una de las paredes y me eh lastimado la mano.
—Necesitamos que te vea un doctor, vamos conozco uno que vive cerca...

Perdón por la tardanza pero tuve ciertos problemitas, lamento si el capítulo tiene faltas de ortografía o si no les gusta, la verdad no me llegó mucha inspiración para este cap pero hice lo mejor.
Nos leemos mañana

Falso Seductor (John Newman) [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora