𝐃𝐫𝐨𝐰𝐧𝐞𝐝 - (ᴛʜᴇ ꜱᴜᴍᴍᴇʀ ɪ ᴛᴜʀɴᴇᴅ ᴘʀᴇᴛᴛʏ)

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟖. 𝚂𝚞𝚜𝚊𝚗𝚗𝚊𝚑

ʺ𝐃𝐑𝐎𝐖𝐍𝐄𝐃ʺ [𝘛𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘮𝘮𝘦𝘳 𝘐 𝘵𝘶𝘳𝘯𝘦𝘥 𝘱𝘳𝘦𝘵𝘵𝘺]

| | 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟏𝟖| |

ʺ𝚂𝚞𝚜𝚊𝚗𝚗𝚊𝚑.ʺ

Llamaron temprano en la mañana. Papá atendió la llamada y su expresión lo dijo todo. Las malas noticias realmente nunca te las esperas, hasta que suceden.

Recuerdo haberme quedado en shock. Mi padre me abrazaba mientras lloraba y yo no podía sentir nada, como si una burbuja invisible me protegiera de la realidad. Fueron cinco minutos los que me costó darme cuenta de que nunca más podría ver a Susan nuevamente. Pero cuando reaccioné, el llanto desconsolado no tardó en hacerse presente, desgarrándome por dentro.

Para nuestra suerte, Chris estuvo ahí para ayudarnos. Logró que mi padre mantuviera los pies en la tierra, a pesar de haber perdido a su mejor amiga de toda la vida. Fue un pilar para ambos, alguien en quien pudimos apoyarnos cuando todo parecía desmoronarse.

El funeral fue la parte más difícil. Ver a Conrad y Jeremiah me partió el alma. Sus rostros reflejaban un dolor tan profundo que era imposible de imaginar.

La ceremonia fue tranquila, con un aire solemne que pesaba en el ambiente. Había muchas caras que no conocía, pero cada una de ellas estaba marcada por la tristeza.

Lo que más me sorprendió fue ver a Conrad pararse junto a una guitarra y tocar una canción para su madre. Sus dedos se movían con destreza sobre las cuerdas, mientras su voz temblaba. Quería abrazarlo y decirle que todo estaría bien, pero ni yo me creía aquello.

Había perdido a mi segunda madre, una que sí estuvo a mi lado en los lindos y malos momentos. Recordé cómo Susannah siempre sabía qué decir para hacerme sentir mejor, cómo sus abrazos eran un refugio seguro. Una parte de mí se había ido con ella y no sabía cómo aún podía seguir en pie. Se me revolvía el estómago de pensarlo, una sensación de vacío y desesperación que no podía controlar.

Salí del lugar casi corriendo. El baño estaba cerca, así que solo entré y no pude evitarlo. Vomité, el dolor físico mezclándose con el emocional era abrumador.

Limpié el desastre y me enjuagué la boca. Me lavé la cara y me miré al espejo. Parecía estar teniendo una pesadilla, una de la que no podía despertar. Mis ojos estaban rojos e hinchados por el llanto, y mi piel pálida contrastaba con las sombras oscuras bajo mis ojos. Me quedé un momento allí, respirando profundamente, intentando recuperar algo de compostura.

Al volver, solo faltaron unos minutos para que la ceremonia acabara.

Después del funeral, se llevó a cabo una recepción. Llegamos temprano con mi padre y Chris, intentando mantener la compostura. Los autos con gente llegaban uno tras otro, y Dan estaba allí para recibir a todos, guiándolos hacia el interior.

Miré a mi alrededor, buscando a Conrad entre la multitud de personas. Mis ojos recorrían cada rincón, pero no lograba encontrarlo. Finalmente, lo ví entrar a una de las habitaciones, alejado del bullicio. Cuando entré, estaba sentado en uno de los sillones, con la cabeza entre las manos, hiperventilándose. Su cuerpo temblaba visiblemente, y su respiración era errática y superficial.

—Conrad. —dije con suavidad mientras me acercaba a él. Supe al instante que estaba teniendo un ataque de pánico. Su rostro estaba pálido y sus ojos desorbitados, llenos de confusión. Me arrodillé frente a él, tomando sus manos entre las mías, intentando transmitirle calma a través del contacto. —Conrad, mírame. —le pedí con voz firme pero gentil.— Respira conmigo, ¿de acuerdo? Inhala profundamente, así. —Demostré una respiración lenta y profunda, esperando que me siguiera. Pero él estaba demasiado atrapado en su propio miedo.