𝐃𝐫𝐨𝐰𝐧𝐞𝐝 - (ᴛʜᴇ ꜱᴜᴍᴍᴇʀ ɪ ᴛᴜʀɴᴇᴅ ᴘʀᴇᴛᴛʏ)

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟑. 𝙲𝚎𝚕𝚘𝚜

ʺ𝐃𝐑𝐎𝐖𝐍𝐄𝐃ʺ [𝘛𝘩𝘦 𝘴𝘶𝘮𝘮𝘦𝘳 𝘐 𝘵𝘶𝘳𝘯𝘦𝘥 𝘱𝘳𝘦𝘵𝘵𝘺]

| | 𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟎𝟑 | |

ʺ𝙲𝚎𝚕𝚘𝚜.ʺ

Desperté temprano, por la noche había descansado un poco y decidí levantarme para ordenar mi ropero.

Al terminar, cambié mi ropa y bajé a desayunar.

Mi padre se encontraba en el living tomando un café, sentado en uno de los sillones. Me senté junto a él dispuesta a contarle lo que había pasado la noche anterior.

—Pa, tengo que contarte algo...—Dije mirando mis manos nerviosa.

—Brook, si es sobre la fogata, Laurel me contó.—Levanté las cejas.

—Lo siento, quería decirte pero sabía que a Belly no la dejarían.—Agaché la cabeza esperando que me diga algo como, "Estás castigada, no saldrás por dos semanas."

—La próxima avísame y yo te ayudo a persuadir a Laurel, pero no quiero que me ocultes cosas.— Dijo mirándome serio.

—Está bien, lo siento.— Me tomó de la mano.

—Hija, quiero que te diviertas, solo debes tener cuidado.—Asentí y le sonreí. Me levanté del sillón para ir a desayunar.

Entre a la cocina, Laurel escribía en su notebook y Jer preparaba huevos junto a Steven.

—¿Debemos estar sentados para los retratos?¿No puede solo usar fotos en el teléfono?— Preguntó el rubio a Laurel, giró para verla y cruzamos miradas, pero se volteó para seguir cocinando. —Okey, sal de aquí.— Dijo señalando a Steven que no paraba de molestarlo.

—Ella tiene que verlos en vivo para capturar su esencia. Mientras sigan jóvenes y llenos de esperanza.— Los chicos rieron al escuchar eso.— Fueron sus palabras.

—Steven ya perdió la esperanza hace mucho tiempo.—Steven me sacó el dedo del medio.

—Y de Conrad, ni hablemos. Pero mi batido para la resaca lo cura todo.

—¿Podrías darte prisa?— Dijo Conrad recostado en el sillón tocándose la frente.

—Solo vuelve a la cama, ¿Sí?— Me senté al lado de Laurel y tomé unas galletitas que había sobre la mesa.

—Eran niños cuando ella los pintó. Será lindo tener retratos de ustedes más grandes.— Me paré para prepararme un té y miré a Jer de reojo. Después de lo que había pasado la noche anterior, no sabía cómo mirarlo.

—Oh no. Cuando sea más grande, seguro que habrá hologramas o algo en lo qué pueda verme.— Me volví a sentar con el té en la mano. Jer le estaba preparando el batido a Conrad, que no paraba de quejarse por la resaca.