Ira

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Una risa a sus espaldas resonó, volvían a arrebatarle su momento de felicidad.

---Pareces colegiala enamorada--- el pelinegro volvía a contraatacar.

JiMin apretó sus puños tratando de tranquilizarse, nada de lo que dijera ese sujeto desagradable lo haría dañar su raro pero increíble día.

---¿Y qué si lo soy?--- Hoy el valor corría por sus venas, se sentía con otro shot de adrenalina y dispuesto a mandar a Min YoonGi al diablo. Paso a paso acercándose al gemelo Min soltó su lengua con todo el peso que llevaba dentro ---Me gusta tu hermano, ¿Y qué? Min WooZi va a gustarme hasta que él mismo me diga que no es gay o que me detesta, hasta que yo descubra que es más malvado que tú, o hasta que me enamore de otra persona. Así que este universitario enamorado seguirá intentando hasta obtener una respuesta directa--- sus ojos ahora estaban a tan solo unos 20 centímetros de los contrarios.

¿Fue aquello que logró ver un atisbo de miedo en Min YoonGi?

Un dedo fue colocado en el pecho del más bajito siendo empujado hasta la pared. Los ojos del pelinegro ardían en furia, podía sentir como el dedo índice se clavaba y quería llegar hasta su corazón cuál bala pero con velocidad lenta y dolorosa. El valor entonces se le fue del cuerpo. De seguro ese simple dedo iba a dejar un moretón que desaparecería después de dos semanas como mínimo.

El pasillo se encontraba vacío y no existía ningún SeokJin que lo salvara. Trató de regular su respiración y miró directamente a los ojos de su agresor esperando que entrara en razón y no lo golpeara.

---¡Escúchame bien mariquita sin huevos, aléjate de mi hermano o-!

---¿O qué? ¿Quieres golpearme? ¿Así de cobarde eres Min YoonGi? ¡Solucionando tus problemas como un cavernícola sin neuronas!

Un puño resonó contra el metal que parecía resistente pero cedió con facilidad ante el puño del pelinegro.

---¡Estás acabando con mi paciencia pedazo de basura malviviente!

JiMin no bebió algún líquido por fortuna, de otro modo estaría muy avergonzado de empapar sus pantalones.

---¡Si quieres llegar a los golpes eso haremos, puedo llegar hasta ese extremo por WooZi!

Una patada en la ingle y el pelinegro estaba arrodillado en el suelo, el rubio estaba tan conmocionado que decidió huir pero su pantorrilla izquierda fue alcanzada por la mano del pelinegro y cayó estrepitosamente contra el suelo.

Mientras recuperaba el conocimiento por la caída sintió algo húmedo recorriendo parte de sus fosas nasales y llegando a sus labios, era sangre. ¡El maldito probablemente le había roto la nariz!

Acercó sus dedos y tocó el área dándose cuenta de lo que temía, si era sangre. Volteó su cuerpo solo para encontrarse con el pelinegro montado sobre él a punto de propinarle unos buenos puñetazos, reaccionó rápido volteándolo con su cuerpo ahora terminando encima del contrario.

Demonios, no sabía cómo dar puñetazos, solo atinó a dejarle las mejillas rosadas debió a los cachetazos que le dió. Uno, dos, tres, cuatro, y fue volteado nuevamente, en este punto personas habían escuchado los estruendos de pelea y se acercaron a ver lo que pasaba. La imagen era muy diferente a lo que esperaban.

Los dos jóvenes se encontraban en el suelo rodando el uno sobre el otro sosteniendo con fuerza los cabellos del contrario. Más que una pelea parecía una pareja apasionada que no pudo esperarse hasta llegar al auto o casa en cuestión para expresarse su amor desenfrenado.

Entonces, los ojos curiosos se retiraron avergonzados dejando al par a solas, corriendo a esparcir el chisme de lo que acababan de ver sus ojos.

Ya cansados se separaron y respiraron con agotamiento, agitados por los golpes que se dieron y mirándose con profunda rabia. JiMin se levantó primero arreglándose la ropa y corriendo al fin con las últimas fuerzas que le quedaban mientras el pelinegro humillado por no haberle dado una paliza al rubio solo atinó a levantarse, secarse el sudor de su frente y caminar por el lado contrario pensando en alguna perfecta venganza para su enemigo cachetón.

 JiMin se levantó primero arreglándose la ropa y corriendo al fin con las últimas fuerzas que le quedaban mientras el pelinegro humillado por no haberle dado una paliza al rubio solo atinó a levantarse, secarse el sudor de su frente y caminar por ...

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Kim SeokJin no era un acosador, pero se encontraba al frente de la cafetería en donde el amor de su vida trabajaba, ni siquiera gustaba de los platillos del restaurante en el que ahora estaba sentado pero solo así podía observarla todos los martes y jueves a la misma hora. Quizás la comida dejó de tener buen sabor desde el día en que él la perdió.

Soltó un suspiro mientras la veía por la ventana sonriendo y sirviendo café, sopló con delicadeza sus fideos y comenzó a ingerirlos. Esa bella sonrisa ya no era para él, y nunca podría sostener otra vez aquellas delicadas y suaves manos.

La campanilla de la puerta resonó avisando que algún nuevo comensal ingresaba al lugar ---Mamá, ya llegué, traje a un amigo--- dos jóvenes estudiantes tímidos entraron saludando a la propietaria.

---Enseguida traigo sus platillos--- escuchó responder a la amable mujer.

Devolvió su vista a la ventana buscando a Mina sin resultado. Mientras él estaba perdido buscándola alguien ocupó el asiento frente a él en su mesa, un tanto molesto porque habían otras mesas disponibles dirigió su vista a la intrusa o intruso pero su rostro se ablandó al ver de quién se trataba.

Unos ojitos redondos enormes y brillantes como el universo en toda su inmensidad lo veían temerosos y expectantes ---Ahhh Jungkookie, al menos debes saludar, pensé que ibas a ofrecerme manillas de la suerte o a pedir mi número--- soltó una de sus típicas risitas ante su propia broma.

El menor solo atinó a sonreír levemente señalando al joven que traía una bandeja con dos sopas de fideo calientitas ---Almuerzo--- dijo en voz baja.

---Oh, Jungkookie ya hiciste amigos, estoy orgulloso de tí--- atinó a pellizcar el cachete del contrario mientras el otro muchacho acomodaba ambos platillos en la mesa y se sentaba al lado del adolescente.

---JungKook, ¿Él es tu hermano mayor?--- preguntó con entusiasmo.

---Ah, no no, me presento, soy Jeon SeokJin, el padre de JungKook--- el mayor extendió la mano a la par que veía ql muchacho levantarse rápidamente y saludar con respeto. JungKook solo se rió mientras su amigo no sabía lo que estaba sucediendo.

---Mucho gusto señor Jeon, yo soy Kim Yugyeom, mejor amigo de JungKook--- quizás la reverencia que hizo fue bastante exagerada.

---Mucho gusto señor Jeon, yo soy Kim Yugyeom, mejor amigo de JungKook--- quizás la reverencia que hizo fue bastante exagerada

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Awwww la primera pelea del YoonMin, que ya se besen.
Si, el de la imagen es Yugyeom.
🐧💜🐧

Bye •~•
JIRCKM_

¡Me equivoqué de Min!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora