Zoe Valencia se muda junto con sus padres y su hermano mayor Noah a new york, al llegar junto con su hermano entran a la escuela donde conocen a Gaby, Noah conecta de inmediato con ella llegando a tener más que una amistad una hermandad, todo lo con...
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☆○o。⛥ GABY 。o○☆
Mi corazón latía con fuerza, sentía como si un tambor retumbara en mi pecho mientras mi respiración se aceleraba, no podía creer la imagen frente a mí, sentí el nudo en mi garganta y mi mente se volvió confusa, no podía pensar con claridad, un sinfín de recuerdos pasaron frente a mí.
— Los dejare solos... — Zoe murmuro mientras caminaba hasta la salida, las palabras se trancaron en mi pecho al estar en estado de shock.
— Gaby... yo...
No me sentía capaz de procesar lo que sucedía frente a mí, ¿acaso seguía soñando...?
Un torbellino de emociones me invadió, sentía dolor, confusión, tristeza, rabia...
— Yo... no sé qué decir.... — sus ojos se volvieron erráticos, como si buscara las palabras adecuadas — sé que ahora debes odiarme... y lo entiendo, solo... solo te pido me des una oportunidad de explicarte las cosas hija... — *¿Hija...? *
Recordé el dolor que causo en mí su abandono, la soledad que sentí al perderlo y los años de angustia por no sentir su protección, recordé las noches en vela llorando por su ausencia, las palabras de odio de mi madre, aquel hombre frente a mí era malo por su ausencia, era malo y desalmado... ¿no?
— Di algo por favor... — se acercó a mi despacio, con temor, como pidiéndome permiso.
Todo se volvió confuso en mi mente, no solo recordé su perdida, también los días de felicidad cuando me llevaba a dar paseos al lago, su sonrisa, su cariño, su comprensión, recordé todo aquello que me brindo con amor, las noches de desvelo en pijamadas mientras me leía, como me defendía en la escuela y las tardes jugando con mis peluches.
— Creo que es mejor que me vaya... lamento todo... — *no... no te vayas... no otra vez...* vi su rostro por última vez antes de que de media vuelta para marcharse.
Con un esfuerzo sobrehumano intente levantarme de la silla de ruedas, apoye mis manos sobre los brazos de la silla para no caer, mi cuerpo debilitado por el largo coma y la inactividad protesta con dolores y calambres, pero mi determinación es más fuerte, con una fuerza que no sabía que tenía me pongo de pie tambaleando.
— No te vayas... — giro a verme confundido.
Sin pensarlo intento caminar hacia el fallando por completo, mi cuerpo colapsa, me desvanezco lentamente creyendo caer al suelo, es ahí cuando siento sus brazos conteniéndome con fuerza, levante la vista hacia él mirándolo confundida.
Estaba igual a como solía recordarlo, el brillo en sus ojos nunca se fue, escondí mi rostro en su pecho sintiendo su fragancia y su calor envolviéndome, la lagrimas amenazan con salir de mis ojos, sin poderlo evitar por mucho más tiempo me desgarro en llanto entre sus brazos.
