Yeonjun es un idol con una personalidad explosiva y un tanto infantil, lo que hacía que muchos no le tuvieran paciencia.
Soobin, por otro lado, es un mánager con mucha paciencia.
- No creo que sobreviva a eso - dijo el castaño acostado en el sofá, atento a lo que la pantalla reproducía.
- Es el protagonista, claro que va a sobrevivir - le respondió el mayor sentado en la punta del sofá mientras comía unas palomitas.
Las cosas entre ambos iban muy bien; se pasaron esos días conociéndose mucho más, contando anécdotas y jugando juegos que el menor obligó al mayor a participar con la excusa de que lo ayudaría con su herida. Hasta esos días, Soobin se preguntaba cómo que lo haya maquillado de un panda, que era todo menos un panda lo ayudaría con su herida.
También veían películas, ya que Yeonjun prohibió hablar cosas respecto al trabajo. Pero todo esto ayudo a que tuvieran mucha más confianza.
- Te dije - hablo el pelinegro cuando el protagonista de la película que veían logro sobrevivir.
- Cada día las películas tienen menos sentido - dijo Yeonjun, negando con la cabeza y un puchero en los labios.
Soobin al verlo solo sonrió; pareciéndole muy tierno. Después, se centro en el reloj, y al ver qué era tarde agarró el control del televisor y lo apagó.
- Oye no, veamos otra - le dijo mirándolo.
- Ya es tarde y mañana ya volvemos al trabajo - le dijo Soobin, levantándose yendo a guardar el pote de palomita que le sobraron.
Yeonjun solo rodó los ojos, recordando ese detalle. Busco su celular para ver la hora y, cuando lo encontró, lo prendió, sonriendo inmediatamente al ver su fondo de pantalla, en el cual tenía al pelinegro con el maquillaje de panda horrible. Pero de eso culpaba a sus fans por decirle que era bueno en todo lo que hacía. Yeonjun le insistió al mayor en que lo deje publicar la foto pero no lo dejo, solo le permitió que la ponga de fondo de pantalla.
- No te quedes despierto hasta tarde - le dijo Soobin cuando paso por la sala, yendo a su habitación - Descansa.
- Igualmente - le respondió levantándose del sofá para armar su cama.
El castaño se estuvo quedando en el sofá-cama; primero decidió protestar para que compartan la cama, pero después pensó que no era tan buena idea ya que se ponía nervioso si estaba muy cerca del mayor. Entonces pensando en su salud mental, aceptó lo que el pelinegro le decía.
El idol no entendía muy bien porque se sentía así al tenerlo muy cerca, o porque, cuando esté le decía cosas un tanto lindas, sus mejillas se ponían rojas. O simplemente, si lo sabía en lo más profundo de si, pero trataba de convencerse de que eso no era la razón.
Una vez que tuvo la "cama" hecha, se acostó, tratando de evitar, ante todo, el tema de Soobin tratando de convencerse de que las cosas volverían a la normalidad cuando volvieran a sus vidas de idol y mánager. Y con ese pensamiento se durmió.
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