Mi Idol - Yeonbin

Capitulo 14

Podía escuchar y sentir; las voces de miles de fans gritando, esperando por qué saliera al escenario. Estaba a solo minutos de iniciar el concierto, uno de muchos que le esperaban.

El gran tour comenzaría en Seúl y después se expandiría por diferentes países del mundo. Estaba feliz, emocionado, nervioso y algo aterrado al mismo tiempo; emociones a las cuales ya estaba acostumbrado.

- Nervioso - pregunto una voz a sus espaldas.

Voz que reconoció perfectamente, así que al darse vuelta sonrió viendo a su mánager.

- Siempre lo estoy antes de salir a un escenario - explicó el idol.

- Es normal sentir nervios - dijo mientras se acercaba para ver un poco el estadio repleto de personas.

Yeonjun se colocó a su lado, viendo de igual forma a todo el público.

- Lo harás bien, siempre lo haces - le dijo el pelinegro, al verlo cerca de él.

En eso, Soobin sacó un dulce de su bolsillo y se lo dio.

- Lo dulces no son para después del concierto - pregunto, agarrando el dulce.

- Sí, pero quizás te ayude con los nervios - respondió simplemente, alejándose del lugar.

- Gracias - dijo para después abrir el caramelo y comérselo - Wow, ahora me siento mejor.

Soobin al oírlo, solo le sonrió, dejando a la vista sus dos hoyuelos que tanto le gustaban al castaño, quien al verlos sonrió más grande.

Ya era hora de que salga al escenario, por lo que Yeonjun dio un suspiro profundo.

- Deséame suerte - le dijo el castaño.

- Suerte - le contesto el otro.

Y ante eso, el menor le dio una última mirada y salió al escenario, siendo recibido por miles de gritos de emoción.

Ante la primera canción, junto con el baile, todo nerviosismo desapareció, siendo remplazado por esa ola de adrenalina que siente en cada concierto. Era como una transformación haciéndolo sentir tanta euforia que corría, bailaba con todas las energías cada baile, gritaba y se escapaba de la seguridad.

Incluso Soobin sintió las ganas de salir corriendo hacia él cuando lo vio subir unas tarimas para llegar a unas fans que se encontraban más arriba.

Y es que así era el idol en todos sus conciertos, amaba mucho lo que hacía, por lo que simplemente lo demostraba a todos.

El concierto terminó muy bien; el castaño incluso no quería irse, así que cantó una canción extra para todas sus fans.

Una vez que se despidió de todos, salió del escenario y lo primero que vio fue a su mánager, que lo miraba con ganas de querer matarlo; ante eso, él solo sonrió de forma inocente.

- Estuvo increíble, ¿no lo crees? - le dijo acercándose a el.

- Claro, si quitas todos los micro infartos que le diste a los de seguridad y a mi cuando subiste a la tarima, por supuesto que si - contesto de forma irónica.