Capitulo 22

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- En serio te decían así - dijo el castaño, riéndose con una copa en la mano - Que malos.

- También tu, te estás riendo - le contesto el otro, tomando un poco de vino.

Ambos habían terminado de comer hace unos treinta minutos atrás, incluso comieron una tarta de chocolate de postre, pero a pesar de terminar con la comida decidieron quedarse unos minutos más.

- Creo que es hora de irnos - le dijo Soobin, poniendo la copa vacía en la mesa.

- Quedémonos un rato más - le suplico con un puchero en los labios.

El pelinegro se acercó al chico y besó su puchero rápidamente; para después levantarse de la silla.

- No querías pasear por la playa - le dijo con una sonrisa.

- Por qué siempre dices tus intenciones al final - le dijo levantándose de su silla para seguirlo.

Caminaron hasta fuera del lugar y solo cruzaron la calle, ya que la playa estaba al frente.

- Hay que sacarnos los zapatos y caminar por la orilla - dijo  Yeonjun, comenzando a sacarse los zapatos.

Soobin solo le obedeció al verlo tan emocionado; cuando terminó de sacarse los zapatos, lo siguió.

Ambos, a unos centímetros de distancia del uno al otro, comenzaron a caminar por la orilla.

- Crees que pueda tomarte de la mano - le pregunto el castaño con una sonrisa en el rostro.

- No creo, alguien podría reconocerte - dijo, odiaba tener que romper con la ilusión del chico, pero no podían.

Yeonjun, no se quejo, solo borro la sonrisa mirando al frente. Soobin, al verlo, dio un suspiro, mirando alrededor se le ocurrió una idea.

- Ven aquí - le dijo, comenzando a caminar más rápido.

El castaño, frunció el seño confundido, pero de todas formas lo siguió sin preguntar nada.

El mayor camino hasta una zona llena de palmeras, sentándose ahí, apoyó la espalda en una.

- Ven - le dijo, apuntado a su lado.

Yeonjun, sin mucho que decir, se sentó a su lado, viendo la playa un momento; después, observo la luna enorme brillando, y en ese instante sintió que alguien agarraba su mano, entrelazandolas entre sí.

- Aquí nadie podrá vernos - le dijo sonriéndole.

- Entonces puedo hacer esto.

Y antes que Soobin pudiera preguntar algo, el castaño se acercó y le dio un beso, un pico mejor dicho. Ambos, para ese punto, tenían las mejillas sonrojadas.

- Sabes, todo esto parece casi irreal - le dijo el castaño, viendo sus manos entrelazadas.

Soobin, con su mano desocupada, agarro el mentón del chico, mirándolo con una sonrisa que mostraba sus hoyuelos, y así le plantó un beso más profundo, moviendo de a poco sus labios; y en un momento que el castaño abrió los labios, Soobin aprovechó para ingresar su lengua, iniciando un beso con lengua robándole un jadeo al otro por la sorpresa.

Mi Idol - YeonbinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora