Me enamoré de la villana.
Sucedió cuando era una chica despistada.
Pero ella despiadadamente rompió mi corazón y lo atrapó en un frasco.
Desde entonces, juré odiarla hasta el fin de mis días.
Lalisa Manoban puede ser un demonio salvaje, pero yo esto...
❝ Whose side I'm on? There lies my sanity. There goes my mind, I could not save. I don't trust what I see right in front of me ❞
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—¿A qué debo este conmovedor disgusto de corazón-a-corazón?
Entrecierro los ojos sobre mi primo a través del enorme monitor de la oficina de mi casa y miro fijamente su alma inexistente.
Un escalón por debajo de la mía, o quizá por encima.
Demostrar quién es superior es una competencia a la que ninguno de los dos renunciaría, pero es un hecho conocido que Taehyung respira caos y sacrificaría a su primogénito por ver el mundo arder en llamas.
En cuanto a la apariencia, somos parecidos y compartimos los genes Manoban. Especialmente la nariz recta y los ojos fríos que inconscientemente hacen temblar a la gente.
Las similitudes terminan ahí.
Su cabello castaño, cortesía de su madre, y sus ojos avellana, lo único que heredó de su padre, lo distinguen de mis mejores genes.
También es trágicamente menos refinado que yo, teniendo en cuenta su desenfadada camiseta gris y su cabello alborotado. Una razón más por la que el parásito no encaja en la imagen de Manoban Enterprises, si es que tengo algo que decir al respecto.
La lluvia golpea afuera, apenas llega a mis oídos a través de las ventanas de doble acristalamiento mientras estiro las piernas debajo de mi escritorio y las cruzo por los tobillos.
—Tus recientes planes para crear problemas. Quizá tenga que sentarte y darte la desafortunada noticia que Hannibal Lecter no es real.
—No insultes mi inteligencia comparándome con un perdedor que no tiene capacidad para controlar sus impulsos básicos. Además, no habría empezado ningún problema si no me hubieran presentado ingresos tentadores.
—Veo que tus vacaciones con americanos vulgares te han enseñado malos hábitos.
—Vacaciones no, mantener contenta a mi bella prometida mientras molesto a su hermano y cuido de los intereses de mi hermano.
—Suena tedioso.
—No lo haría de otra manera. —Sonríe—. Deberías ver la cara de Jungkook cuando robé la atención de su querido Jimin y le bloqueé la polla a propósito. Podría ser el material de un interesante thriller psicológico. Pero basta de hablar de mis impresionantes aventuras, querida prima. ¿Has oído las noticias?
—¿Sobre tu asesinato pendiente en manos de la familia mafiosa de tu prometida? Ya he reservado el ataúd. Me pondré unas gotas en los ojos y fingiré derramar una lágrima mientras te bajan a la tierra.
