Liam Manrique
Mami Rous insistió en que teníamos que estudiar en un colegio lejos de la manada y se lo agradecía. Detestaba sentirme controlado y en la manada de mi hermano no podía dar un respiro sin que él se enterara.
—Te inscribí en el equipo de futbol de la escuela — me dijo mami Rous cuando bajamos a comer.
—Por eso te amo — le dije dándole un abrazo.
Ella nos había salvado a mis hermanos y a mí de la soledad, abandono y tristeza. Era lo único que conocíamos como figura materna y se lo agradecíamos. Para Arman, Nick y para mí, ella era nuestro hogar.
—Disfrute mientras termina la escuela, porque el deporte no es una carrera para un lobo — aseguro mi hermano Santiago entrando al comedor.
—Sí — le dije con aburrimiento sentándome en la mesa.
—Santi, debes dejarlos explorar sus posibilidades — le dijo mami Rous en tono conciliador.
—Si los humanos analizan su sangre, está jodido — me aseguro.
Sin el apoyo de mi hermano las muestras que me tomaban mensualmente arrojarían resultados erróneos, todo en mi sistema estaba alterado y superaba los niveles de normalidad. Hasta el momento mi hermano se encargaba de que un laboratorio especializado realizara mis estudios, de esa manera él controlaba todo y por una buena suma de dinero alteraban los resultados.
—Algo podremos hacer — le aseguro mami Rous.
—No lo alientes ángel — le solicito mi hermano.
Cuando mis demás hermanos llegaron la cena se dio de forma tranquila. Tyler como siempre mostraba su entusiasmo por este nuevo portal y Damien estaba de acuerdo solo porque nos aseguraba una buena educación.
Cuando terminamos volvimos a nuestra habitación mami Rous me dio un suave abrazo y me miro con cariño.
—Tú solo disfruta y de tu hermano me encargo yo — me aseguro y yo asentí.
—Te amo — le dije devolviéndole el abrazo.
Y sique disfrutaría esos últimos años escolares. El nuevo instituto era sofisticado y elegante, contaba con unas inmensas instalaciones que demostraban autoridad. La población femenina del lugar era aceptable y mi mirada ya había captado la atención de más de una linda chica que me sonreía con coquetería. Sin duda sería todo un gran escenario para poder disfrutar de mi libertad sin sentirme observado y vigilado.
Nos encontramos con Will quien era el sobrino de la tía pamela y llevaba más tiempo en el lugar.
—Bienvenidos — nos dijo Will con entusiasmo, mientras estrechábamos nuestras manos.
—Gracias — le dijo Nick.
—Les presento a Hugo.
—Mucho gusto, Hugo Moretti — se presentó un joven de nuestra edad.
—Un gusto — respondió estrechándonos la mano.
Era alto de pelo negro y ojos grises con tonalidades azules. Se veía alegre y divertido y cuando la conversación fluyo de forma rápida con él. Fue divertido y varias personas empezaron a llegar a nosotros por lo que fue muy fácil integrarnos y mezclarnos con los estudiantes de nuestra nueva institución.
El viento corrió de forma tortuosa en mi dirección deleitándome con el suave olor de coco y flores silvestre. Empecé a buscar de donde provenía ese exquisito olor y un par de ojos grises con manchas azules captaron mi atención. Era una joven de aproximadamente 14 años quien tenía una moña alta que conservaba su perfecta cabellera negra en su lugar. Tenía el uniforme de forma limpia y pulcra donde por suerte su falda tenía el largo apropiado y no era diminuta como el de las dos mujeres que estaban sentadas a mis costados y que no disimulaban en cruzar sus piernas para llamar mi atención.
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El Alfa Feroz
Hombres LoboLiam Manrique Walsh es el quinto de sus 6 hermanos. No es ni el mayor despiadado, ni el menor tierno, no es el más amargado, pero tampoco el más alegre y mucho menos es el más atrevido. Conoció a su madre, pero no lo suficiente para recordarla, cono...