Capítulo 9: Revelaciones y Nuevas Dinámicas

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Al día siguiente, Christian se despertó con una sensación de renovación. Había sido un camino difícil, pero sentía que las cosas comenzaban a mejorar, al menos en su vida social. Se vistió rápidamente y bajó a desayunar. Sus padres estaban en la cocina, cada uno inmerso en sus propios pensamientos. La tensión en el aire era palpable.

-Buenos días -saludó Christian, tratando de sonar animado.

-Buenos días, hijo -respondió su madre, forzando una sonrisa.

Su padre solo asintió, concentrado en su café. Christian decidió no insistir y se preparó un desayuno ligero antes de salir hacia la escuela. Mientras caminaba, recibió una notificación en su teléfono. Era un mensaje en el grupo de Instagram "TeatroCreativo".

Marina: *¡Buenos días a todos! Hoy tenemos ensayo general. Vamos a darlo todo.*

Claudia: *Sí, estoy emocionada. Tenemos que asegurarnos de que todo esté perfecto.*

Christian respondió con un emoji de pulgar arriba y guardó su teléfono. Al llegar a la escuela, se encontró con Adrián y Miguel en la entrada.

-¡Hola, chicos! ¿Listos para el ensayo de hoy? -preguntó Christian.

-¡Listo y emocionado! -respondió Adrián, con una gran sonrisa.

Miguel asintió tímidamente, pero se veía más relajado que antes.

-Sí, creo que estoy listo -dijo Miguel.

La señora Martínez ya estaba preparando el escenario cuando el grupo llegó. Christian notó que Daniel estaba hablando con la profesora, pero no pudo escuchar de qué se trataba. Decidió no darle importancia y se unió a Claudia para repasar sus líneas.

-¿Estás nerviosa? -preguntó Christian mientras sacaban sus guiones.

-Un poco. Siempre me pongo así antes de un ensayo general -respondió Claudia, sonriendo.

-Bueno, seguro que lo harás genial. Siempre lo haces -dijo Christian, tratando de animarla.

Durante el ensayo, la energía del grupo fue contagiosa. Cada uno puso todo su esfuerzo en sus interpretaciones, y la señora Martínez no dejó de elogiar su progreso.

-¡Eso es! ¡Eso es lo que quiero ver! -exclamaba la profesora mientras aplaudía.

Después del ensayo, la señora Martínez los reunió para darles algunas indicaciones finales.

-Chicos, estoy muy orgullosa de ustedes. Han trabajado duro y se nota. Solo recuerden mantener esa energía y concentración. La presentación se acerca, y sé que harán un excelente trabajo.

El grupo aplaudió y se dispersó para descansar un poco antes de la siguiente clase. Christian decidió aprovechar el momento para hablar con Daniel. Lo encontró en una esquina, revisando su teléfono.

-Daniel, ¿puedo hablar contigo un momento? -preguntó Christian, tratando de sonar casual.

-Claro, ¿qué pasa? -respondió Daniel, guardando su teléfono.

-Quería agradecerte por compartir esos recursos en Instagram. Realmente han ayudado -dijo Christian, con sinceridad.

-No hay problema. Quiero que el grupo tenga éxito -respondió Daniel, sonriendo.

Christian decidió aprovechar la oportunidad para profundizar un poco más.

-Oye, he notado que has estado un poco distante últimamente. ¿Está todo bien?

Daniel pareció dudar por un momento antes de responder.

-Sí, todo está bien. Solo he tenido muchas cosas en la cabeza.

Christian asintió, aunque no estaba del todo convencido. Decidió no presionar más y cambiar el tema.

-Bueno, si necesitas hablar o desahogarte, ya sabes que puedes contar conmigo.

Daniel sonrió, aunque había algo en sus ojos que Christian no pudo descifrar.

-Gracias, Chris. Lo aprecio.

Durante el almuerzo, el grupo se reunió en la cafetería. Mientras comían, Christian decidió revisar su Instagram. Notó que tenía un mensaje directo de Miguel.

Miguel: *Hola, Christian. Solo quería decirte que agradezco mucho tu apoyo. Realmente me has ayudado a sentirme parte del grupo.*

Christian: *De nada, Miguel. Me alegra que te sientas así. Eres una gran adición al club.*

Miguel: *Gracias. También quería preguntarte si podríamos ensayar juntos este fin de semana. Siento que necesito más práctica.*

Christian: *Claro, me encantaría. Podemos vernos en el parque.*

Miguel: *Perfecto. Nos vemos el sábado.*

Christian sonrió, sintiéndose contento de poder ayudar a Miguel. Guardó su teléfono y se unió a la conversación del grupo.

-Entonces, ¿qué planes tienen para este fin de semana? -preguntó Claudia.

-Voy a ensayar con Miguel en el parque -respondió Christian.

-Eso suena genial. Yo también necesito practicar algunas escenas. Tal vez me una a ustedes -dijo Claudia, sonriendo.

-¡Cuantos más, mejor! -dijo Miguel, con una sonrisa tímida.

Adrián también se unió a la conversación.

-Tal vez yo también vaya. Podríamos hacer un ensayo grupal informal.

Christian asintió, feliz de ver cómo el grupo se unía.

Al llegar a casa, Christian encontró a sus padres en la sala, hablando en voz baja. Decidió que era el momento de abordar el tema.

-Mamá, papá, ¿podemos hablar? -preguntó, entrando en la sala.

Sus padres se miraron entre sí antes de asentir.

-Claro, hijo. ¿Qué pasa? -preguntó su madre.

-He notado que las cosas han estado tensas últimamente. Quiero entender lo que está pasando -dijo Christian, con sinceridad.

Su padre suspiró y se sentó en el sofá.

-Christian, hemos estado pasando por algunos problemas financieros. No queríamos preocuparte, pero sé que has notado la tensión -dijo su padre.

-Sí, y nos duele que te hayas sentido afectado por esto -agregó su madre.

Christian se sintió aliviado al escuchar la verdad, aunque la preocupación seguía presente.

-Gracias por decírmelo. Solo quiero que sepan que estoy aquí para apoyarles también. Somos una familia, y debemos enfrentarlo juntos.

Sus padres sonrieron y asintieron, visiblemente aliviados por la comprensión de su hijo.

-Agradecemos tu madurez, Christian. Juntos, podemos superar esto -dijo su padre.

Esa noche, Christian se sintió más conectado con sus padres. Aunque los problemas no desaparecieron, la apertura y el apoyo mutuo hicieron que todo pareciera más manejable. Subió a su habitación y decidió enviar un mensaje en el grupo de Instagram de sus amigos.

Christian: *Solo quería decirles que realmente aprecio su apoyo y amistad. Ustedes son increíbles.*

Claudia: *¡Nosotros también te apreciamos, Christian!*

Marina: *Sí, eres un gran amigo.*

Adrián: *Siempre estaremos aquí para ti.*

Miguel: *Estoy muy agradecido de ser parte de este grupo.*

Christian se sintió abrumado por el cariño de sus amigos. Cerró su teléfono con una sonrisa y se preparó para dormir, sintiéndose más fuerte y preparado para enfrentar cualquier desafío que viniera.

Christian se levantó con una renovada determinación. Tenía amigos que lo apoyaban y una familia dispuesta a enfrentar los problemas juntos. Aunque sabía que el camino sería difícil, estaba listo para seguir adelante, un paso a la vez.

Caminos de Sombras y LucesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora