Capítulo 19: Renovación

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El sábado por la mañana, Christian se levantó con una sensación de renovación. Había decidido dejar atrás la traición de Javier y enfocarse en construir relaciones más sanas. El clima era perfecto para pasar el día fuera, y decidió aprovecharlo.

Christian se reunió con Claudia y Pablo en una cafetería cercana. Al llegar, encontró a Claudia sentada en una mesa junto a la ventana, mirando distraídamente su teléfono, y a Pablo nervioso, jugando con una servilleta.

-¡Hey, chicos! -saludó Christian, sentándose con ellos.

-¡Christian! -exclamó Claudia, con una sonrisa brillante-. Justo estábamos hablando de ti.

-¿Ah sí? ¿Qué decían? -preguntó Christian, curioso.

-Que necesitamos una salida al cine pronto. Hace tiempo que no hacemos algo divertido juntos -dijo Claudia, guiñándole un ojo.

-Me parece genial. ¿Qué dices, Pablo? -preguntó Christian.

-Suena bien -respondió Pablo, tímidamente-. Podríamos ver esa nueva película de acción.

-Perfecto. ¿Qué tal hoy en la tarde? -propuso Claudia.

-¡Hecho! -dijo Christian, entusiasmado-. Nos vemos en el cine a las seis.

Antes de irse, Christian decidió revisar sus mensajes en Instagram y encontró uno de Laura, la chica que le había mostrado apoyo anteriormente.

Laura: *"Hola, Christian. ¿Cómo has estado? Vi que tuviste una semana complicada."*

Christian: *"Hola, Laura. Sí, ha sido difícil, pero estoy mejorando. Gracias por preguntar."*

Laura: *"Me alegra saber eso. Si alguna vez necesitas hablar, aquí estoy."*

Christian: *"Gracias, Laura. Lo aprecio mucho. Tal vez podamos salir algún día."*

Laura: *"¡Claro! Me encantaría."*

Christian sonrió al leer el mensaje. Sentía que estaba empezando a construir nuevas conexiones más genuinas.

A las seis en punto, Christian llegó al cine y encontró a Claudia y Pablo esperándolo.

-¿Listos para la acción? -preguntó Christian, levantando las entradas.

-¡Claro que sí! -respondió Claudia, emocionada.

-Sí, estoy listo -dijo Pablo, con una sonrisa tímida.

Durante la película, Christian se dio cuenta de lo mucho que apreciaba la compañía de Claudia y Pablo. Se sentía relajado y feliz, disfrutando del momento sin preocupaciones.

Después de la película, los tres fueron a una heladería cercana. Mientras comían sus helados, la conversación se volvió más profunda.

-Christian, me alegra ver que estás mejor. Sé que todo lo que pasó con Javier y Daniel fue difícil -dijo Claudia, mirándolo con preocupación.

-Sí, pero estoy aprendiendo a dejarlo atrás. Ustedes me han ayudado mucho -respondió Christian, con sinceridad.

-Para eso están los amigos. Y siempre estaremos aquí para ti -dijo Pablo, con una sonrisa.

-Gracias, chicos. Realmente lo aprecio -dijo Christian, sintiendo una calidez en su corazón.

Al llegar a casa, Christian encontró a sus padres en la sala, hablando en voz baja. La tensión aún era palpable, pero parecía haber una ligera mejora.

-Hola, hijo. ¿Cómo te fue? -preguntó su madre, con una sonrisa cansada.

-Bien, mamá. Salí con Claudia y Pablo. Vimos una película y comimos helado -respondió Christian, tratando de mantener el ambiente positivo.

-Nos alegra que estés haciendo cosas que te hacen feliz, Christian -dijo su padre, con una leve sonrisa.

-Gracias, papá. ¿Podemos hablar un momento? -preguntó Christian, sentándose con ellos.

-Claro, ¿qué pasa? -respondió su madre.

-Solo quiero decir que entiendo que están pasando por cosas difíciles. Quiero que sepan que estoy aquí para apoyarlos, y que podemos superar esto juntos. Pero también necesito su apoyo para seguir adelante con mi vida -dijo Christian, con firmeza.

Sus padres se miraron y luego lo miraron a él con una mezcla de orgullo y tristeza.

-Lo sabemos, hijo. Y haremos lo posible por mejorar. Gracias por ser tan comprensivo -dijo su madre, tomando su mano.

-Estamos orgullosos de ti, Christian. Eres fuerte y valiente. Prometemos trabajar en esto -dijo su padre, con una voz más segura.

Esa noche, mientras se preparaba para dormir, Christian sintió una paz que no había sentido en mucho tiempo. Sabía que el camino hacia la recuperación y la felicidad sería largo y con altibajos, pero también sabía que tenía el apoyo de amigos verdaderos y que su familia estaba dispuesta a mejorar.

Se prometió a sí mismo que seguiría adelante, aprovechando cada oportunidad para crecer y ser feliz. Y con esa determinación, se quedó dormido, soñando con un futuro mejor.

Caminos de Sombras y LucesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora