Donde Young-mi deja que Suho se acerque a ella solo por celos de ver a Seojun con otra chica.
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Donde Suho usa la misma estrategia que Seojun, de acercarse a la chica que a él le sigue gustando, p...
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Young-mi, Sujin, Jugyeong y SooAh estaban sentadas disfrutando del show de la banda. La atmósfera estaba cargada de expectativa y emoción. Sin embargo, cuando uno de los cantantes tomó el micrófono y anunció el próximo tema, la atmósfera cambió drásticamente.
– El siguiente tema es un poco conocido... – dijo el cantante – porque lo interpretaba Jeong Se-yeon, de quien era fan. Y lo dedicaremos a la memoria de Se-yeon, quien falleció el año pasado.
Las palabras resonaron en la mente de Young-mi como un eco doloroso. Su corazón dio un vuelco al escuchar el nombre de Se-yeon, su querido amigo. El impacto de la noticia la golpeó con fuerza, y sintió cómo la tristeza y el pesar se apoderaban de ella.
La banda comenzó a interpretar la canción de Se-yeon, y la voz del cantante se mezcló con la música, evocando recuerdos dolorosos y añoranza.
– ¿Jeong Se-yeon? – se escuchó la voz de una estudiante.
– Sí, el chico que se suicidó hace un año, Jeong Se-yeon – le respondió otra estudiante.
Young-mi cerró los ojos por un momento, tratando de contener las lágrimas que amenazaban con brotar.
– ¿Por qué eligió ese tema? – habló Sujin, no conforme con eso, y SooAh y Jugyeong la miraron– Va a hacer que Han Seojun y Lee Suho discutan.
– ¿Por qué? ¿Qué tiene que ver con Jeong Se-yeon? – preguntó SooAh a la pelinegra.
Sujin la miró.
– Los tres eran amigos – comenzó a hablar otra vez – Lee Suho, Han Seojun y Jeong Se-yeon.
Young-mi apenas prestó atención a la conversación que sus amigas tenían; la canción se había llevado toda su atención.
Mientras la canción avanzaba, Young-mi sintió un nudo en la garganta y una presión en el pecho. Las imágenes de Se-yeon, su rostro lleno de vida y su risa contagiosa, se mezclaban con el recuerdo de su trágica partida.
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– Hola, soy Jeong Se-yeon, me da gusto poder conocerte – él le sonrió con sinceridad.
– El gusto es mío. Estoy feliz de por fin conocer a uno de los amigos que tanto soporta a Seojun – bromeó Young-mi, sacándole una risa a Se-yeon.
– Ey, tampoco es que sea un demonio – se quejó Seojun. Sin embargo, él estaba sonriendo.
– No eres mucho peor que un demonio – le siguió el juego Se-yeon a la rubia, haciéndola reír.
