Donde Young-mi deja que Suho se acerque a ella solo por celos de ver a Seojun con otra chica.
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Donde Suho usa la misma estrategia que Seojun, de acercarse a la chica que a él le sigue gustando, p...
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La noche había caído por completo, envolviendo la ciudad en sombras y luces artificiales. Young-mi y Suho permanecían sentados en silencio, uno al lado del otro, observando cómo las luces de los edificios parpadeaban en la distancia. La quietud del momento contrastaba con el torbellino de emociones que ambos habían compartido minutos antes, y el aire fresco de la noche les brindaba un respiro necesario.
– Nunca pensé que el techo de un edificio podría ser tan tranquilo – comentó Young-mi en voz baja, como si temiera romper la calma del momento. Suho asintió levemente, sin apartar la vista de las luces de la ciudad.
– Es el único lugar donde puedo pensar sin que nadie me moleste – respondió él, su voz sonando más serena, aunque aún quedaban rastros de la tristeza que había mostrado antes. – ¿Cómo estás?
Suho la miró y se encontró con que ella también lo observaba.
– Yo debería preguntarte eso –ella pronunció con calma. – ¿Cómo estás?
–Yo estoy bien – dijo para luego desviar su mirada de ella.
“Eso es una gran mentira y tus ojos te delatan, Suho”, pensó Young-mi porque no tuvo el valor de decirlo.
–No porque sea la exnovia de Seojun significa que debas soportarme. Si en serio quieres que me vaya y te deje en paz, lo haré –habló Young-mi, volviendo a recordar la conversación que tuvo con él en los vestuarios del colegio.
Suho la volvió a mirar.
– No es lo que piensas, lo que dije…
De repente, un grito aterrador rompió la quietud del aire nocturno.
– ¡Fuego! ¡Fuego! ¡Hay un incendio! ¡Todos salgan ya!
El grito fue seguido por una fuerte alarma que resonó en todo el edificio, haciendo eco en el techo y en los alrededores. Young-mi y Suho se miraron alarmados, sus corazones acelerándose ante la repentina emergencia. Muchos residentes del edificio empezaron a aparecer en el techo del edificio, se notaba lo asustados que estaban por la repentina situación.
Sin pensarlo dos veces, él y ella se levantaron de un salto y corrieron hacia donde las personas se amontonaban y se podía ver que más personas seguían llegando.
– ¿Qué está pasando? – preguntó Young-mi a la persona que había llegado gritando, su voz temblando ligeramente mientras intentaba entender la situación. – ¿Hay un incendio? ¿Es verdad?
